Curzio Malaparte

Kaputt

Curzio Malaparte

Coincidiendo con el inicio de la ofensiva alemana contra Rusia, Curzio Malaparte empezo a escribir Kaputt, obra con la que pretendía recoger el testimonio de su experiencia como corresponsal de guerra durante la Segunda Guerra Mundial. Malaparte recorre la Europa ocupada por los nazis como si fuera un espía: presencia la triste impotencia del príncipe Eugenio de Suecia, se ve obligado a sobrellevar la arrogancia de los líderes nazis delegados en Varsovia y es testigo de la crudeza de los parajes de la fría Carelia o de la noble ciudad de Iasi, desolados por la barbarie y el hambre que convirtieron Europa en un montón de chatarra. Con Kaputt —palabra germánica que evoca lo roto, lo hecho añicos, y que deviene un fiel calificativo de lo que quedó de un continente devastado por un lustro de destrucción— Malaparte teje una sobrecogedora obra literaria sobre la realidad, a un tiempo salvaje y grotesca, de la guerra en el frente...

Sodoma y Gomorra

Curzio Malaparte

Sodoma y Gomorra es el último, y más impactante, de los ocho elegantes relatos que forman parte de este libro. En él, Curzio Malaparte realiza un viaje imaginario junto a Voltaire por tierras palestinas, desde Jerusalén a Sodoma, pasando por el mar Muerto y Jericó. El viaje les servirá para reflexionar acerca de la existencia y el sexo de los ángeles, así como para revivir los oscuros episodios acaecidos en la ciudad sodomita. Los otros relatos, auténticas joyas líricas del exquisito autor italiano, llevan por título La magdalena de Carlsbourg, La hija del pastor de Born, La mujer rota, Historia del Caballero del Arbol, El negro de Comacchio, El «martillador» de la vieja Inglaterra y La «Madonna» de los patriotas, y se sitúan en escenarios tan diversos como Bélgica, Escandinavia, Rusia, Italia o Polonia. La poderosa personalidad de Malaparte se muestra plenamente en este libro de extraordinaria fuerza descriptiva que, junto con un marcado sentido de lo trágico y una ironía puramente latina, brilla magistralmente desde la primera página. Curzio…