Escritores ingleses

Cuentos de Canterbury - El cuento del fraile

Cuentos de Canterbury – El cuento del fraile

Geoffrey Chaucer

Aquel digno recaudador, el buen fraile, estuvo todo el rato lanzando negras miradas hacia el alguacil. Por decencia se había abstenido hasta ahora de insultar, pero al final espetó a la mujer de Bath...
Jardín. Foto por Florian GIORGIO en Unsplash

El jardinero

Rudyard Kipling

En el pueblo todos sabían que Helen Turrell cumplía sus obligaciones con todo el mundo, y con nadie de forma más perfecta que con el pobre hijo de su único hermano...

Cuentos de Canterbury – El cuento de la comadre de Bath

Geoffrey Chaucer

En los viejos tiempos del rey Arturo, cuya fama todavía pervive entre los naturales de Gran Bretaña, todo el reino andaba lleno de grupos de hadas. La reina de los Elfos y su alegre cortejo danzaba frecuentemente por los prados verdes...

Cuentos de Canterbury – La disputa entre el fraile y el alguacil

Geoffrey Chaucer

En cuanto hubo oído esto, el fraile rompió a reír. —Vamos, señora. Por mi salvación, que éste fue un largo preámbulo para el relato —dijo él...

Cuentos de Canterbury – Prólogo de la comadre de Bath

Geoffrey Chaucer

Si no existiera libro alguno que tratase del tema, mi experiencia personal me daría perfecto derecho a hablar de las penas del matrimonio; pues, señoras y caballeros, desde mis doce años —¡loado sea Dios sempiterno! me he casado ya cinco veces por la Iglesia (si se me hubiera permitido casarme con tanta frecuencia)...

Cuentos de Canterbury – El cuento del magistrado

Geoffrey Chaucer

¡Qué desgraciado es ser pobre o ser humillado por la sed, hambre o frío, y avergonzarse de pedir limosna! Y si no se pide, la misma carencia, a pesar del cuidado en ocultarla, descubre las escondidas heridas: indigencia, robo, mendicidad y pedir prestado.
Cuentos de Canterbury - El cuento del fraile

Cuentos de Canterbury – Palabras del anfitrión al grupo

Geoffrey Chaucer

El anfitrión constató que el luciente sol había recorrido la cuarta parte y algo más de media hora en su trayecto diurno. Aunque no muy versado en ciencia astronómica, sabía de sobra que era el 18 de abril, el mensajero de mayo, y que la sombra de los árboles medía exactamente igual que ellos...

Cuentos de Canterbury – El cuento del cocinero

Geoffrey Chaucer

Mientras hablaba el administrador, el cocinero de Londres estalló en carcajadas como si le hicieran cosquillas en la espalda...

Cuentos de Canterbury – El cuento del administrador

Geoffrey Chaucer

En Trumpington, no lejos de Cambridge, serpentea un arroyo cruzado por un puente. A una ribera de esta corriente se yergue un molino en donde -y os estoy contando la verdad- vivió un molinero durante muchos años. Era orgulloso y pagado de sí mismo como un pavo real; sabía tocar la gaita, cazar, pescar, remendar las redes, fabricar cazos de madera en un torno y luchar cuerpo a cuerpo...

Cuentos de Canterbury – Prólogo al cuento del administrador

Geoffrey Chaucer

El grupo aceptó complacido el divertido relato de Absalón y Listo Nicolás; y aunque hubo diversidad de opiniones, la mayoría lo acogió con risas y chanzas. Nadie se enfadó, si exceptuamos al administrador, Oswold, pues era carpintero de profesión. Con ira apenas contenida, se quejó y murmuró un rato:..

Cuentos de Canterbury – El cuento del molinero

Geoffrey Chaucer

Érase una vez un rústico adinerado, entrado ya en años, que vivía en Oxford. Tenía el oficio de carpintero y aceptaba huéspedes en su casa. Vivía con él un estudiante pobre, muy entendido en artes liberales, que sentía una irresistible pasión por el estudio de la astrología...

Cuentos de Canterbury – Diálogo entre el anfitrión y el molinero

Geoffrey Chaucer

Cuando el caballero hubo concluido su relato, todos, jóvenes y viejos, sobre todo los miembros de más categoría del grupo, coincidieron en que era una historia digna de recordarse...

Cuentos de Canterbury – El cuento del caballero

Geoffrey Chaucer

Nos cuentan viejas leyendas que había una vez un duque llamado Teseo, dueño y señor de Atenas. No existía por entonces conquistador más poderoso bajo el sol. Había conquistado muchos reinos de inigualable riqueza y, por su caudillaje y valor caballeresco, incluso el país de las Amazonas, que por aquel entonces se llamaba Escitia, y se había casado con Hipólita, su reina...

Cuentos de Canterbury – Prólogo general

Geoffrey Chaucer

Las suaves lluvias de abril han penetrado hasta lo más profundo de la sequía de marzo y empapado todos los vasos con la humedad suficiente para engendrar la flor; el delicado aliento de Céfiro ha avivado en los bosques y campos los tiernos retoños y el joven sol ha recorrido la mitad de su camino en el signo de Aries...

El poeta

W. Somerset Maugham

No siento gran interés por la gente célebre, y no puedo soportar a esas personas que tienen la pasión de codearse con las grandes figuras...
El cuarto hombre - Agatha Christie

El cuarto hombre

Agatha Christie

El canónigo Parfitt jadeaba. El correr para alcanzar el tren no era cosa que conviniera a un hombre de sus años. Su figura ya no era lo que fue y con la pérdida de su esbelta silueta había ido adquiriendo una tendencia a quedarse sin aliento, que el propio canónigo solía explicar con dignidad diciendo “¡Es el corazón!”...
Ilustración: The Courier-Journal (29 octubre de 1893)

El caso de lady Sannox

Arthur Conan Doyle

Las relaciones entre Douglas Stone y la conocidísima lady Sannox eran cosa sabida tanto en los círculos elegantes a los que ella pertenecía en calidad de miembro brillante, como en los organismos científicos que lo contaban a él entre sus más ilustres cofrades...
Gato. Foto por Harry Cunningham en Unsplash

El gato que caminaba solo

Rudyard Kipling

Sucedieron estos hechos que voy a contarte, oh, querido mío, cuando los animales domésticos eran salvajes. El Perro era salvaje, como lo eran también el Caballo, la Vaca, la Oveja y el Cerdo, tan salvajes como pueda imaginarse, y vagaban por la húmeda y salvaje espesura en compañía de sus salvajes parientes; pero el más salvaje de todos los animales salvajes era el Gato. El Gato caminaba solo y no le importaba estar aquí o allá...
La voz del fuego - Alan Moore

La voz del fuego

Alan Moore

En esta historia llena de lujuria, locura y éxtasis, habitan doce personajes distintivos que vivieron en la misma región del centro de Inglaterra durante un período de seis mil años. Sus narraciones se entrelazan a través de acontecimientos recurrentes, extrañas tradiciones y visiones misteriosas. El primero es un niño en una cueva, quien ha perdido a su madre y que se enamorará y aprenderá una lección mortal. Le sigue un extraordinario elenco de personajes: una asesina que personifica a su víctima, un pescador que cree haberse convertido en una especie diferente, un emisario romano que se da cuenta de la amarga verdad sobre el Imperio, una monja discapacitada que es curada milagrosamente por una perturbadora aparición, un viejo cruzado cuya fe es destruida por el testimonio de la reliquia final, dos brujas, amantes, que queman en la hoguera… Cada cuento interconectado traza un camino en un viaje de descubrimiento de los secretos de la tierra. Siguiendo la tradición de la obra de Kipling, Puck de la colina de Pook, las…
V de vendetta - Alan Moore

V de vendetta

Alan Moore

Reconocida unánimemente como una obra maestra, V de vendetta es uno de los trabajos más personales y logrados de sus autores: Alan Moore (Watchmen, Batman: La broma asesina) y David Lloyd (Hellblazer). En un mundo donde todo lo que no está prohibido es obligatorio, un solo hombre puede marcar la diferencia. V de Vendetta, además de ser una de las mayores obras maestras de la industria del cómic y una de las obras más personales y logradas de sus autores, Alan Moore y David Lloyd, es una historia espeluznante y terriblemente real acerca de la pérdida de la libertad y de la identidad del individuo que se ve inmerso en un mundo hostil, frío y totalitario. Con el trasfondo de una Inglaterra imaginaria que ha caído bajo la bota de un régimen fascista, se analiza tanto la vida bajo un estado policial asfixiante como el poder de la rebelión y la resistencia del espíritu humano ante la opresión y el totalitarismo.