Relatos Norteamericanos

Yonker Ramp and His Sweetheart, por Frans Hals

El Paraíso de los solteros y el Tártaro de las doncellas

Herman Melville

No queda lejos de la raya del Temple. Ir hasta allí, por el camino de siempre, es como pasar de una calurosa llanura a algún valle fresco y profundo rodeado de montañas...
Lose Yourself. Foto por Clay Banks en Unsplash

La conversión de los judíos

Philip Roth

—Te las pintas solo para ser el primero en abrir esa bocaza —dijo Itzie—. ¿Por qué te pasas el tiempo abriendo esa bocaza? —No fui yo quien sacó el tema —dijo Ozzie. De veras que no. —¿Y a ti qué te viene ni te va Jesucristo, ya que estamos?...
León. Foto por Matthew Kerslake en Unsplash

La breve vida feliz de Francis Macomber

Ernest Hemingway

"Al caer la tarde Wilson y Macomber salieron en el vehículo con el conductor nativo y dos porteadores de armas. La señora Macomber se quedó en el campamento. Hacía demasiado calor para salir, dijo, ya los acompañaría por la mañana temprano..."
3 Women, por Constantine Joffe

Tres mujeres

Charles Bukowski

"Me senté y seguí bebiendo vino. pronto oí la sirena. Lo que necesitaban en realidad era el departamento de basuras. Bueno, qué coño, todos tenemos nuestros problemas. Yo no sabía nunca de dónde iba a venir el dinero del alquiler y estábamos demasiado enfermos de tanto beber para buscar trabajo. cuando nos preocupábamos, lo único que podíamos hacer para eliminar nuestras preocupaciones era joder..."
De qué hablamos cuando hablamos de amor, de Raymond Carver

De qué hablamos cuando hablamos de amor

Raymond Carver

Los deslumbrados lectores de Catedral, reencontrarán en De qué hablamos cuando hablamos de amor la atmósfera y los personajes de un autor que dominó indiscutiblemente el panorama literario norteamericano de los años 80. Parejas que se despedazan, compañeros que parten desesperadamente a la aventura, hijos que intentan comunicarse con sus padres, un universo injusto, violento, tenso, a veces irrisorio...
Lanzamiento del Vostok, por Richard Terry

El cohete

Ray Bradbury

"Los niños entraron corriendo. Los tres muchachos se disputaban un cohete de juguete; las dos niñas traían unas muñecas que representaban a los habitantes de Marte, Venus y Neptuno: maniquíes verdes con tres ojos amarillos y manos de seis dedos..."
Doble retrato de Marie y P.S. Krøyer

María Concepción

Katherine Anne Porter

"«Si no me la como ahora, mi criatura saldrá con una mancha», pensó, espiando a través de las grietas del espeso seto de cactus que se elevaban desnudos, como hojas de cuchillos desenvainadas que cercasen protectoras el pequeño claro. El lugar estaba tan silencioso que dudó de que María Rosa y Lupe estuvieran en casa..."
El violinista, por Jan Miense Molenaar

El violinista

Herman Melville

"¡Así que mi poema es nefasto, y la fama inmortal no es para mí! Voy a ser un don nadie por siempre jamás. ¡Intolerable destino!..."
Foto por Joel Filipe en Unsplash

Autor, autor

Philip K. Dick

"Algo maravilloso, en efecto. El instanmóvil ya había revolucionado la sociedad. Era posible trasladarse a cualquier lugar del mundo al instante, sin lapso de tiempo, sin necesidad de zambullirse en interminables carriles atestados de monojets. El problema del transporte se había convertido en una pesadilla desde mediados del siglo XX. Cada año aumentaba el número de familias que abandonaba la ciudad para irse a vivir al campo, lo cual agravaba los colapsos de tráfico que se producían en carreteras y autopistas..."
Photo by Riley Bartel on Unsplash

El día que el cerdo se cayó al pozo

John Cheever

"El famoso cerdo había pertenecido a Randy Nudd. Lo ganó en la feria de Lanchester, y lo llevó a casa; tenía intención de hacerle una pocilga, pero Pamela Blaisdell lo telefoneó, y Randy metió al cerdo en el cobertizo de las herramientas y se fue a casa de los Blaisdell en el viejo Cadillac."
Photo by Kasper Rasmussen on Unsplash

Fiesta de disfraces

Woody Allen

"Dieron las doce de la noche y empezaron a repartir los premios a los mejores disfraces. El primer premio fue para los Berkowitz, un matrimonio disfrazado de alce. El alce quedó segundo. ¡Eso le sentó fatal! El alce y los Berkowitz cruzaron sus astas en la sala de estar y quedaron todos inconscientes. Yo me dije: Ésta es la mía. Me llevé al alce, lo até sobre el parachoques y salí rápidamente hacia el bosque. Pero…"

Dragón

Ray Bradbury

"Las luces del fuego subían y bajaban por los rostros despavoridos y se volcaban en los ojos como jirones anaranjados. Cada uno de los hombres espiaba la respiración débil y fría y los parpadeos de lagarto del otro. Al fin, uno de ellos atizó el fuego con la espada."

Cuento de Navidad

Ray Bradbury

"El cohete despegó y se lanzó hacia arriba al espacio oscuro. Lanzó una estela de fuego y dejó atrás la Tierra, un 24 de diciembre de 2052, para dirigirse a un lugar donde no había tiempo, donde no había meses, ni años, ni horas. Los pasajeros durmieron durante el resto del primer “día”. Cerca de medianoche, hora terráquea según sus relojes neoyorquinos, el niño despertó y dijo:"

La célebre rana saltadora del condado de Calaveras

Mark Twain

"Encontré a Simon Wheeler descabezando un confortable sueñecito al lado de la estufa del bar, en la desvencijada taberna del decadente campo minero de Angel, y pude apreciar que era gordo y calvo, con una expresión de agradable benevolencia y simplicidad pintada en su tranquila fisonomía. Se levantó y me dio los buenos días."

El ángel del puente

John Cheever

"En la época de la que estoy hablando yo mismo me veía obligado a volar con mucha frecuencia. Tenía negocios en Roma, en Nueva York, en San Francisco y en Los Ángeles; a veces visitaba todas esas ciudades en el espacio de un mes. Me gustaba volar. Me gustaba el cielo incandescente en las alturas."

El Tío Wiggily en Connecticut

J. D. Salinger

"Veinte minutos después estaban terminando su primer copetín en la sala y conversaban de esa manera peculiar, y probablemente única, de quienes han compartido alguna vez un cuarto en la universidad. El vínculo entre ellas era aún más estrecho: ninguna de las dos se había recibido."

El viejo y el mar

Ernest Hemingway

Ernest Hemingway, renombrado por su estilo minimalista y su habilidad para capturar la esencia de la experiencia humana, nos regala con "El viejo y el mar" una obra maestra de la narrativa. Publicada en 1952, esta novela se desarrolla en un pueblo costero cubano y sigue la historia de un viejo pescador que lucha contra la adversidad y la soledad en alta mar. El protagonista, un anciano experimentado y obstinado, lleva 84 días sin capturar un solo pez, lo que le ha ganado el desdén de su comunidad. Sin embargo, encuentra apoyo en un joven amigo, quien lo acompaña en su desafiante viaje mar adentro en busca de un pez espada. Esta travesía se convierte en un simbolismo de la lucha humana contra las fuerzas de la naturaleza y la perseverancia frente a la derrota. La narrativa se desenvuelve con una intensidad magistral mientras el viejo lucha contra el pez durante horas, una batalla de hombre contra bestia, donde la resistencia y la determinación se entrelazan con la fragilidad humana…

Historias dos veces contadas

Nathaniel Hawthorne

Nathaniel Hawthorne, un maestro del simbolismo y la exploración de la psicología humana, es reconocido por su habilidad para tejer historias enigmáticas que invitan a la reflexión. Comparado con figuras literarias como Melville y Kafka por su profundidad y originalidad, su obra ha perdurado a lo largo del tiempo. En "Historias dos veces contadas", Hawthorne nos sumerge en un mundo donde la soledad y el desasosiego son protagonistas, revelando una sensibilidad que sigue siendo perturbadoramente relevante hoy en día. En este libro, el lector se encuentra con una colección de relatos que marcaron el inicio de la fama de Hawthorne como escritor. A través de sus personajes y situaciones, el autor nos lleva a explorar las complejidades de la condición humana. Cada historia es una pieza magistral de narrativa que deja una impresión duradera en quien la lee. La maestría de Hawthorne radica en su capacidad para utilizar el simbolismo de manera sutil pero poderosa. Cada detalle, cada palabra elegida con precisión, contribuye a la construcción de un mundo rico…

Nadie lo sabe

Sherwood Anderson

Nadie lo sabe es uno de los cuentos que forman parte de Winesburg, Ohio, la obra maestra de Sherwood Anderson. En este cuento, George Willard recibe una nota de Louise Trunnion que le invita a una aventura nocturna...

Estaré esperando

Raymond Chandler

"El hombre se adelantó con suavidad para hacer girar la perilla de la radio. Las notas de un vals tintinearon en el aire. Un vals de oropel, pero vals al fin. Subió el volumen. La música brotaba del altavoz en torbellinos de atenuada melodía. Desde que Viena dejó de existir, todos los valses resultaban sombríos."