Reseña

Mágica Evelyn

Una tarde, mientras leía un número de la revista La Gaceta de Cuba, encontré un cuento titulado “Ya no llores más”, de la autora Evelyn Pérez. Mi intención era pasarle por encima y seguir con la revista, pero no tuve otro remedio que llegar hasta el final. Cuando acabé de leerlo descubrí que yo era uno de los personajes del cuento; yo era una de las chicas y era uno de los hombres que buscaba a esa chica; y era la ciudad y era el silencio y era el murmullo y los ruidos y era el narrador y era la escritora. Yo era el cuento: me había identificado con la historia y con la manera de contarla. Me dije —como uno de los personajes que busca a una chica— que algún día, si me encontraba con la escritora, le confesaría todas las emociones que me hizo sentir. El encuentro, poco parecido al cuento, ocurrió cuando menos yo lo esperaba, pero igual le dije todo lo que había pensado.

Luego —acaso un año después— Evelyn Pérez escribió Supuestas Vidas (Ediciones UNIÓN, 2008), un libro de cuentos potentes, oníricos, que mereció el Premio UNEAC en el año 2007. Yo, que había tenido la suerte de leer todos los libros de la escritora: Historias de mi barrio (Editorial Gente Nueva, 2005) y Esas dulces violencias de cada día (Casa Editora Abril, 2008), pude sentir una vez más el influjo de su escritura. Una escritura asfixiante, en el sentido de que corta el aliento, agarra desde el primer momento y no permite respirar hasta el punto final; subjetiva, ya que los personajes casi siempre permanecen debatiéndose entre posibilidades que no se atreven o no les interesa o no pueden entender; seductora, si juzgamos el tratamiento de ideas sin asomo de prejuicios; sencilla, por la capacidad inherente de comunicar con cualquier tipo de lector; mágica, por la maravillosa conjunción de oraciones cortas y largas, como si se tratase de una danza para hechizar.

Con unos recursos muy personales, Evelyn logra armar historias sugestivas en donde los personajes se desarrollan y originan imágenes interesantes. Su observación de la vida convierten los cuentos no en una imitación aristotélica de la vida, sino en una nueva vida independiente. Parece como si la autora hubiera vivido miles de años y nos mostrara el resultado de sus visiones con un estilo particular. Asombra la conciencia del vivir que nos muestra en cada línea, gracias al dominio de sus recursos expresivos, pero gracias también a una especie de omnisciencia en los detalles, las miradas, que hace pensar que estamos leyendo un texto escrito por una maga. ¿Exageré? No importa, estoy seguro que más de una persona estará de acuerdo conmigo.

La mayoría de los cuentos están escritos desde una perspectiva masculina, hay un cosquilleo en las motivaciones de los personajes, casi siempre hombres maduros que leen sus deseos en un cuarto oscuro. Son personajes que nos remueven con sus inquietudes y nos hacen descubrir las nuestras.

Muchos mencionan que Evelyn escribe como si fuera un hombre. No sé bien a qué se refieren cuando dicen algo así. Otros tienen un punto de vista más esclarecedor: “Evelyn no escribe como un hombre, escribe como una mujer sin restricciones, sin tabúes, sin dogmas, como una mujer libre”.

Si aún no te has encontrado con Evelyn Pérez y su libro Supuestas vidas, te exhorto a buscarlo. Evelyn tiene algo que mostrarte, algo que puedes descubrir a tiempo. Como una sorpresa, un murmullo que alguien te sopla al oído. Porque lo mejor y más simple en Evelyn es la sensación de hallazgo que deja tras cada lectura, la impresión de que nos hemos sumergido por un tiempo en otra vida probable, otra vida cualquiera que está por ahí y podemos imaginar.

Javier Rabeiro Fragela. Matanzas, 1978. Narrador

Egresado del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Premio Farraluque de Literatura Erótica 2006. Premio Alfredo Torroella 2006. Finalista en el Concurso Internacional de Minicuentos El Dinosaurio 2006. Tercer Premio de Ciencia Ficción de la revista Juventud Técnica 2007. Premio Ernest Hemingway 2007. Mención en el Concurso Internacional de Cuento Casa de Teatro 2009. Premio Luis Rogelio Nogueras de Novela 2011.