Joven Narrativa Cubana

Ad Noctum. Por Fermín Vega Boyce

Primera parte

Ad Noctum – Primera parte

Maikel José Rodríguez Calviño

Cuento de terror para jóvenes aparecido en El extraño crujir de las cosas mal dormidas, publicado por la Editorial José Martí…
Cristiano Ronaldo. Foto Enrique Lin

Mis noches con Cristiano Ronaldo

Zulema de la Rúa Fernández

Lo conocí en Madrid, durante el Festival de Novela Romántica. Yo había escrito un cuento sobre cómo me había besuqueado con un negrón de seis pies en un cuartucho de Centro Habana, y cómo, gracias a sus veinticinco centímetros, había terminado más oscura que él, en realidad morada, con la presión alta, taquicardia, ojos bizcos, y cómo resucité en un hospital a los pocos días, convertida en zombie, con la lengua a un costado y pidiendo más
Composición de Cuba, por Jules Pascin

Grutesco

Yordan Rey

Rebusco en los cajones unos guantes de cabritilla para arrancarme el alfiler de la lengua. ¡Adel! ¡Deja la pajarería y sé un hombre coño! ¡No seas pendejo!, dice Adel padre. ¡No le grites más, por favor! ¿Qué van a decir los vecinos? dice Cuba.

Y después de todo, la cruz

Janelle Pumariega Santana

Crucificada como siempre lo había estado, desde el inicio de sus días. Los cabellos le ondeaban sueltos, castaños, hacia atrás; los cabellos, cuya libertad era la antítesis del resto del cuerpo. El resto del cuerpo, preso, en aquella escultura de madera de cuatro brazos…

Historia de la muerte de prisa

Mauricio Escuela

Es una historia donde la muerte lenta se vuelve de prisa, se vuelve en primera instancia hacia ella y contra ella; porque la muerte lleva muerte a todo y a todos…

Ojos azules

Raúl Flores Iriarte

En el principio todo era un caos sin fin, así que vino Dios y creó los cielos y la tierra. Dijo Haya luz, y hubo luz y, como la luz estaba pero que muy bien, Dios mismo separó la luz recién creada de la eterna oscuridad y la luz se llamó día, y la oscuridad se llamó «noche».

La llamada del vampiro

Mariam Diéguez Sánchez

Cuando cerré el libro de Lestat, el vampiro supe lo que quería ser en el futuro: una vampiresa. Pero no una cualquiera, sino la jeba de Lestat. Me importó poco que fuera medio cherna, estaba segura que al verme las tetas, cambiaría de opinión. Fue entonces cuando empecé a frecuentar otro tipo de grupo...

Un cortejo de narradores

Rubén Ricardo Infante

Para muchos narradores, entre ellos Raymond Carver —quien usaba la frase de V.S. Pritcher—, el cuento es “algo vislumbrado con el rabillo del ojo”. Así queda claro que el escritor debe aguzar la mirada hacia el encuentro con esa realidad matizada por la línea indirecta que los une: al hecho, la anécdota o fábula como materia narrativa, y al rabillo del ojo.