Mapa dibujado por un espía

Resumen del libro: "Mapa dibujado por un espía" de

Entre los textos inéditos dejados por Guillermo Cabrera Infante al morir, está Mapa dibujado por un espía. Se trata de una autobiografía novelada en la que el autor narra su retorno a Cuba unos años después de la Revolución para asistir al entierro de su madre. El libro gira al entorno de una Cuba redescubierta donde la revolución ha ido empobreciendo a la población y atemorizándola ante la represión política. El encarcelamiento de los homosexuales, el silenciamiento de los escritores críticos, el cierre de empresas y negocios particulares son muestra del deterioro de un país y una sociedad que tantos sueños había alimentado. La mirada lúcida y descarnada de Cabrera Infante pasa revista a una realidad que muchos en aquellos años y todavía décadas después se obstinaron en ignorar.

Libro Impreso

Nota a esta edición

Entre los numerosos papeles encontrados por Miriam Gómez después del fallecimiento de Guillermo Cabrera Infante, además de los muchos que habían sido publicados en diarios y revistas, apareció una cantidad relevante de textos inéditos. Había varios libros acabados, dos de los cuales, La ninfa inconstante y Cuerpos divinos, ya vieron la luz en esta misma editorial. Sin embargo, el libro que el lector tiene en las manos posee una particularidad que lo diferencia de aquellos. De hecho, Mapa dibujado por un espía podría no haber existido nunca: su autor lo escribió y lo depositó en un sobre que no se volvería a abrir hasta muchos años después de su muerte. En más de una entrevista de las que concedió a lo largo de su vida, Cabrera confesó seguir trabajando intermitentemente en él, del mismo modo que lo hacía con Cuerpos divinos, aunque sin duda con menor constancia que en este último.

El lector tiene la última palabra para valorar la oportunidad de su publicación, pero los editores hemos considerado que, más allá de lo esencialmente literario, el libro constituye un testimonio de primera magnitud a la hora de conocer en qué medida la convulsión política cubana afectó a Guillermo Cabrera Infante, y como, por extensión, influyó en sus posteriores opiniones sobre la realidad de Cuba.

Es difícil fechar el momento preciso de la escritura de Mapa dibujado por un espía. Si nos atenemos a su biógrafo Raymond L. Souza en Guillermo Cabrera Infante. Two island: many worlds (1996), según testimonio del propio Cabrera, fue escrito en 1973, tras el colapso mental que había padecido el año anterior: «Escrito en 1973, cuando volvió a trabajar después de una grave depresión, el libro le ayudó a reconstruir y a exorcizar recuerdos del pasado». Es, sin duda, una hipótesis razonable si, como Souza revela, la fecha fue mencionada por el propio autor, pero algunos datos que se desprenden del texto podrían arrojar alguna sombra sobre tal afirmación. Los hechos que se narran en Mapa… ocurren en 1965. Desde entonces hasta lo que puede considerarse su ruptura pública con el régimen, ocasionada a raíz de la entrevista que concediera en julio de 1968 a Tomás Eloy Martínez para el semanario argentino Primera Plana, y que fue, a su vez, consecuencia de la explosión del llamado «caso Padilla», la vida de los Cabrera Infante transcurrió dentro de una aparente normalidad. Tras su paso por la embajada cubana en Bélgica, vivieron una temporada en Madrid —ciudad en la que a él se le denegó el permiso de residencia a causa de ciertos reportajes antifranquistas publicados en Lunes— y en el swinging London, donde se establecerían definitivamente, a pesar de las dificultades económicas que los acompañaron.

Si realmente situamos este exorcismo de la memoria en el año 1973, parece poco verosímil el trato que reciben algunas personas que aparecen en el texto, las mismas que, a partir del caso Padilla, pasaron a convertirse en enemigos acérrimos de Cabrera Infante, que tacharon de «gusano» o de «contrarrevolucionario» al autor. Gentes que, en definitiva, optaron por apoyar al régimen que Cabrera criticaba. Entre los más notorios, Lisandro Otero, Edmundo Desnoes, Harold Gramatges o Roberto Fernández Retamar, cuya presencia en el libro no denota la fuerte enemistad política que trascendió en lo personal y que acabó separándoles. Nuestra modesta hipótesis es pues que el libro probablemente fue escrito, casi de un tirón, con anterioridad al año 1968.

Guillermo Cabrera Infante. Escritor cubano, se trasladó a La Habana con doce años, y publicó por primera vez con dieciocho. Se licenció en Periodismo y ejerció la crítica cinematográfica en la revista Carteles con el seudónimo G. Caín. Fundó y presidió la Cinemateca Cubana y fue director del Instituto del Cine. Cabrera Infante colaboró con el periódico clandestino Revolución en los años finales de la dictadura de Batista. Ya con Castro, fue director del Consejo Nacional de Cultura y subdirector del periódico Revolución, fundando el magazine cultural Lunes.

En 1963 fue nombrado agregado cultural en la embajada de Bruselas, y tras regresar a Cuba para el entierro de su madre, fue retenido cuatro meses, exiliándose después, primero a España y un año después al Reino Unido, en Londres, en donde continuó su labor literaria.

Pasó un tiempo en Hollywood, dedicándose a su pasión cinematográfica y continuó su trabajo literario en Londres. En 1979 obtuvo la nacionalidad británica. Entre otros premios, recibió el Cervantes en 1997.

De entre su obra cabría destacar títulos como Vista del amanecer en el trópico, Arcadia todas las noches, Mea Cuba o Ella cantaba boleros, entre otros.