Poetas

Poesía de Perú

Poemas de Clodoaldo Espinosa Bravo

Clodoaldo Alberto Espinosa Bravo, poeta peruano nacido en Huertas, Jauja, el 7 de septiembre de 1900, dejó un legado literario imborrable. Su poesía, futurista y descriptiva, refleja la esencia de su tierra y las profundidades del alma humana.

La vida de Espinosa estuvo marcada por tragedias y desafíos, desde la pérdida de su madre en la infancia hasta un accidente ferroviario que le arrebató ambas piernas en 1956. A pesar de las adversidades, su pasión por la escritura nunca decayó.

Como periodista, fundó el periódico Azul en 1922 y colaboró con reconocidas publicaciones como Amauta, dirigida por José Carlos Mariátegui. Su pluma incisiva y comprometida dejó una huella indeleble en la prensa peruana.

Espinosa supo capturar la esencia de su tierra natal en obras como «Facetas de Jauja» y «Jauja Antigua«, así como explorar temáticas universales en sus poemarios «Cardiogramas» y «Los Bandidos«. Su prosa, rica en detalles y matices, revela su profundo amor por la cultura y la historia de su país.

A pesar de sus limitaciones físicas, Espinosa nunca abandonó su pasión por la escritura, dejando un legado literario que perdura hasta nuestros días. Su obra, un testimonio de resiliencia y creatividad, continúa inspirando a generaciones de lectores en todo el mundo.

Poema azul

¡Amada!
Siempre viniste entre lampos de plata,
En mis noches sin tiempo,
A tocar las puertas de mi subconsciencia.
Hoy
Salí a buscarte por los caminos.
Ni huellas,
Ni rastros
De tu paso de ángel y Luzbel,

La noche con su misterio silenciaba todo-
I
Contemplé
Que de allá,
Del azul,
Venías con vestido de ultra- polar blancura,
Ondulando
A las caricias del viento helado,
Que me apuñaleaba,
Te estuve esperando,
Como se espera en la vida.
No llegaste.
Seguí mi andanza noctámbula.
Retorné a mi alcoba,
Y
Con la obsesión de tu imagen,
Acósteme, tal vez con la muerte,
Quédeme dormido.
A Tocar mis puertas volviste,
Y
El niño que cuida el subconsciente
Te dijo:
No vuelvas a tocar…está dormido…no despierta.

Amor

En un recodo del camino te escondiste.
Te buscaba

un aspa de luz se prendió en el costado vulnerable-
Pasé por tu lado.
Me viste.
Callaste.
Al pasar te dejé clavado un puñal de olvido

diste las lágrimas de los ojos
Que miente
Y engañan-
Llamaste.
Tus palabras se prendieron en ti misma
Como agujas que coserán tus labios,
En el mismo recodo del camino por donde te escondiste.
Seguirá la ruta curvada de mi sino

orillándome en tu ausencia –
Haciendo de mi tristeza un pan de vida,
Para que lo mastique
Como mastiqué tu amor ambiguo,
Hasta hacer de mi entraña
Un vaso rojo,
Muy rojo,
En el que beban todos:
El amor de uno para todos,
De todos para uno.
Hasta salvarme,
Y
Levar una estrella caída del cielo
En mi costado vulnerable,
Que revolucione la luz
Hasta habernos encontrado
En un minuto de liberación.

Ella

Por tus pupilas de enigma
Cinemáticamente
Quedaste en mí.
Sugieres nuevos poemas.

no sé –
Paréceme ver en ti
Una amada cubista,
O
Una mujer de ismos.
El flirt
Está en tus ojos.
Amor charlestonea en tus labios

algo has robado a Josefina Baker –
Ha muerto Julieta
En un Claro de Luna,
Surgiendo la garzona
En un record de sol.
No sabes amar

eres turista –
Juegas al corazón
Como una partida de tenis,
Como una velocidad de autos
Y una música de claxons.
Así
Amor
Danzará,
En ti,
En un juego,
En una carrera
Y
Danzando,
Corriendo,
Te crucificarás;
Y
Entonces,
Siendo garzona,
Serás Julieta
Que tocará un jazz-band de Amor.

Madrigal

Esperanzas retenidas flotan en tus ojos
que afloran paisajes de amor,
timoneando como Capitana Oriental
los sueños que se anudan
en tus sedas yodadas por el sol.

¿Qué misterio traen tus ojos africanos
para que uno vaya por ellos
amarrando cardiogramas?

¿Qué hablan,
qué cantan,
para que danzarinas esperanzas de amor
amanezcan en tus paisajes?

Sigue tu ruta marina,
¡oh capitana oriental!
ya llegarás al Puerto
que sabe el por qué de tus ojos,
que sabe el por qué de tus labios,
que sabe el por qué de tus sedas…