Relatos

El gato con botas

Charles Perrault

"-No debéis afligiros, mi señor, no tenéis más que proporcionarme una bolsa y un par de botas para andar por entre los matorrales, y veréis que vuestra herencia no es tan pobre como pensáis."

Intervalo

Colette

"Esperaba únicamente… aquella hora, la primera del día, la mía, la que no comparto con nadie. Te dejaba morder sólo el tiempo necesario para acogerte, para robarte la frescura, el rocío de tu pasaje a través de los campos, y para cerrar sobre nosotros mis persianas…

El derecho de asilo

Alejo Carpentier

"Como era domingo, el Secretario de la Presidencia y Consejo de Ministros llegó, a eso de las diez, al Palacio de Miramontes, después de permanecer largo tiempo en la contemplación de un Meccano exhibido en tienda próxima."

La tormenta de nieve

Mijaíl Bulgákov

«Definitivamente pescaré una pulmonía. Una bronconeumonía, después de un viaje así. Y lo principal: ¿qué voy a hacer con ella? Ese médico, se ve por la nota, tiene aún menos experiencia que yo. Yo no sé nada, solamente he aprendido algunas cosas en la práctica en estos seis meses, pero él ni siquiera eso. Se ve que acaba de salir de la universidad. Y me toma a mí por un médico experimentado…»

Sosiego, paz, serenidad

Pedro Juan Gutiérrez

"En fin, yo en la cocina, trabajando. Hacía unos días había terminado una novela terrible. Una animalada tropical que me dejó agotado, nervioso, totalmente insomne, con remordimientos y cargos de conciencia."

Sueños olvidados

Stefan Zweig

"La dama levanta los ojos sin cambiar de postura, como un gato, que tumbado en los cálidos y cegadores raudales de luz del sol entreabre perezoso los ojos fosforescentes para recibir al visitante."

El embudo de cuero

Arthur Conan Doyle

"Era un embudo voluminoso que podría contener un azumbre cuando estuviera lleno. El reborde de latón recubría toda la extremidad ancha, pero también la parte estrecha tenía el borde metálico."

La legación extranjera

E. L. Doctorow

"Morgan se levantó más temprano que nunca para hacer su carrera matinal. Corrió y corrió por los kilómetros de calles de su barrio, moviendo los codos unánimemente de un lado al otro, y su aliento parecía de otro corredor que le fuese pisando los talones."

Ahorcamiento de un juez

Italo Calvino

"Pero el juez Onofrio Clérici dominaba las leyes, leyes hechas siempre por ellos, por los hombres de garganta de rana, aun cuando parecieran hechas para favorecer a esos pobres diablos italianos; sabía que a las leyes se les puede dar la vuelta como se quiera y hacer llamar blanco al negro y negro al blanco"

Amigos

Cesare Pavese

"Bajo los árboles de la avenida las farolas arrojaban manchas de luz y amontonaban sombras frescas e indecisas. Tantas eran las anfractuosidades de la noche y tan denso el perfume de las plantas que a veces los dos parecían saltar, y saltaban sus sombras, desde la abigarrada acera hasta hundirse en el montón de hojas."

Eterno retorno

Jesús Ferrero

"Al cumplir los once años, en los umbrales de la pubertad, mi hermana se dio cuenta de que además de ser hembra tenía miembro viril. Se sintió morir, se creyó un monstruo. Al nacer, había sido censada como mujer, bajo el nombre de Alberta."

El pueblo en la cara

Miguel Delibes

"Y a partir de entonces, el hecho de ser de pueblo se me hacía una desgracia, y yo no podía explicar cómo se cazan gorriones con cepos o colorines con liga, ni que los espárragos, junto al arroyo, brotaran más recio echándoles porquería de caballo, porque mis compañeros me menospreciaban y se reían de mí"

Mariana

Inés Arredondo

"Entonces don Manuel le pegó. Le pegó en la cara como tres veces. Estaba tan furioso que todos sentimos miedo, pero Mariana no. Se quedó quieta, mirándolo. Le escurría sangre de la boca, pero no lloraba ni decía nada. Don Manuel la sacudió por los hombros, pero ella seguía igual, mirándolo."

El desierto

Horacio Quiroga

"Hasta lo alto de la barranca, que los tres viajeros treparon bajo la lluvia, por fin uniforme y maciza, la arcilla empapada fosforesció. Pero luego las tinieblas los aislaron de nuevo; y entre ellas, la búsqueda del sulky que habían dejado caído sobre las varas."

El mechero

Hans Christian Andersen

"—Coger dinero —dijo la bruja—. Mira, al llegar al fondo del árbol, te encontrarás en un pasillo muy grande y muy iluminado, pues en él lucen centenares de lámparas. Verás tres puertas, fáciles de abrir, porque cada una tiene la llave puesta."

Clarisa

Isabel Allende

"Aun en los tiempos en que la vejez le impedía moverse con el entusiasmo misionero de antaño, Clarisa preservó su constancia para socorrer al prójimo, a veces incluso contra la voluntad de los beneficiarios, como era el caso de los chulos de la calle República, quienes debían soportar, sumidos en la mayor mortificación, las arengas públicas de esa buena señora en su afán inalterable de redimirlos."

El cuento del pariente pobre

Charles Dickens

"No soy lo que aparento. Soy muy diferente. Pero quizá sea mejor que, antes de continuar, eche una ojeada a lo que se supone que soy."

La habitación a oscuras

Tennessee Williams

"—Empezó a hacer cosas raras más o menos hacia Año Nuevo. Esa noche él no vino. Fue la primera noche que él no venía después de mucho tiempo, y era Año Nuevo. Lo llamó a casa y su madre le dijo que él se había ido y que no llamara más. Dijo que se iba a casar con una chica judía."

Los carboneros

Onelio Jorge Cardoso

"Estábamos a principios de julio. Para los tres meses siguientes sabíamos que llegaba la plaga. Eso no es cosa de juego. Está el tábano, pequeño como mosca, que pica solo en las orejas. Sube de la manigua a la altura del cuello, más aún, buscando las orejas, y pica hasta hincharlas y enrojecerlas."

Las hermanas

Nathaniel Hawthorne

"Mientras esperaba la campanada que a medianoche la convertiría en miembro de la innumerable hermandad de los años pasados, se le acercó una joven doncella que venía andando ligera como de puntillas por la calle que lleva al depósito de ferrocarril. Evidentemente era forastera, y puede que hubiese llegado a la ciudad en el tren nocturno."