Cuentos de terror

La muerte violeta

Gustav Meyrink

"Sir Roger le explicó que se proponía cruzar los lugares envenenados con ayuda de escafandras y balones de aire comprimido y luego penetrar en el interior del misterioso desfiladero."

Dulces para lo dulce

Robert Bloch

"—Mire, no hace mucho me dijo la niña que si su padre quería que fuese una bruja, lo sería… Y creo que si no juega ya conmigo, ni quiere hacerlo con nadie, es porque está convencida de que las brujas no juegan. El último Halloween me pidió una escoba…"

El embudo de cuero

Arthur Conan Doyle

"Era un embudo voluminoso que podría contener un azumbre cuando estuviera lleno. El reborde de latón recubría toda la extremidad ancha, pero también la parte estrecha tenía el borde metálico."

En el bosque de Villefère

Robert E. Howard

"Mis propios pensamientos serán mi perdición, si no tengo cuidado. ¿Qué hay en este bosque, excepto quizás las criaturas que merodean por él, ciervos y semejantes? ¡Bah, las estúpidas leyendas de esos aldeanos!"

La aventura de la noche de San Silvestre

E.T.A. Hoffmann

"Llevaba la muerte, la gélida muerte en el corazón, incluso desde lo más profundo de mi ser, desde el corazón, me pinchaba los nervios que las llamas atravesaban como con afiladas púas de hielo."

El parásito

Arthur Conan Doyle

"Pero toda mi mente está embebida de ciencia exacta. Me he entrenado asiduamente para no admitir más que hechos, hechos probados. La conjetura, la imaginación, no tienen cabida en el marco de mi pensamiento."

El dedo medio del pie derecho

Ambrose Bierce

"Lucían lo suficiente extraños a la luz amarilla de la vela. El que se había apeado tan renuente era especialmente espectacular, podía haber sido llamado sensacional. Era de mediana edad, de complexión robusta, pecho profundo y ancho de hombros..."

La viuda de las montañas

Walter Scott

«La viuda de las montañas» es uno de los relatos más trágicos de Scott y carece de contrapuntos cómicos. La narración retoma uno de los temas centrales de Scott: la negativa —en este caso de Elspat MacTavish, la viuda de las montañas— a aceptar el cambio radical que ha acontecido en Escocia con su unión a Inglaterra...

El monstruo-dios de Mamurth

Edmond Hamilton

Salió del desierto, en medio de las tinieblas de la noche, viniendo hacia nosotros, tambaleándose dentro del círculo alumbrado por la fogata, donde cayó exánime al instante. Mitchel y yo nos pusimos rápidamente de pie y lanzamos sendas exclamaciones, ya que los individuos que viajan solos y a pie no son cosa corriente en los desiertos de África del Norte...

Las lavanderas nocturnas

George Sand

He aquí, en mi opinión, la más siniestra de las visiones del miedo. Es también la más difundida pues creo que se encuentra en todos los países...

Luces antiguas

Algernon Blackwood

Desde Southwater, donde se apeó del tren, el camino iba derecho hacia poniente. Eso lo sabía; por lo demás, confiaba en la suerte, ya que era uno de esos andariegos impenitentes a los que no les gusta preguntar. Tenía ese instinto, y generalmente le funcionaba bastante bien...

El polvo cósmico

Yamilet García Zamora

Un muerto más condujo los hilos de la investigación a casa del ermitaño y al fin la policía revisó el lugar, sucio hasta la locura, pero no encontraron nada...

El huésped

Amparo Dávila

Nunca olvidaré el día en que vino a vivir con nosotros. Mi marido lo trajo al regreso de un viaje. Llevábamos entonces cerca de tres años de matrimonio, teníamos dos niños y yo no era feliz. Representaba para mi marido algo así como un mueble, que se acostumbra uno a ver en determinado sitio, pero que no causa la menor impresión. Vivíamos en un pueblo pequeño, incomunicado y distante de la ciudad. Un pueblo casi muerto o a punto de desaparecer...

La noche

Hanoy González Mesa

Ya terminaron de jugar a los escondidos y comienzan a hablar de lo que siempre hablan los niños cuando se encuentran exhaustos físicamente y las condiciones ambientales lo propician: historias de miedo...
Grillos

El juego de los grillos

Gustav Meyrink

-¿Y? -preguntaron los señores al entrar el profesor Goclenius más rápidamente de lo que era su costumbre y visiblemente alterado-. ¿Le entregaron las cartas? ¿Ya está Johannes Skoper viajando de regreso a Europa? ¿Cómo se encuentra? ¿Llegó alguna colección con el correo? -inquirían todos a la vez...
Tumbas.

El pie de Suanay Helen

Frank David Frías

Cuento perteneciente al libro Y vos por qué lloras, publicado por Argos Iberoamericana...
Momia en un museo. Por Petr Kratochvil

Conversación con una momia

Edgar Allan Poe

El symposium de la noche anterior había sido un tanto excesivo para mis nervios. Me dolía horriblemente la cabeza y me dominaba una invencible modorra. Por ello, en vez de pasar la velada fuera de casa como me lo había propuesto, se me ocurrió que lo más sensato era comer un bocado e irme inmediatamente a la cama...
Metro

La vieja loca del metro

Yamilet García Zamora

Vive sola con su perrita y sale todos los días a pasearla con bozal y correa. Se para frente al sol y le habla en silencio mientras le corren lágrimas por el corazón…
Árbol. Foto por Andy Watkins en Unsplash

Árboles petrificados

Amparo Dávila

Es de noche, estoy acostada y sola. Todo pesa sobre mí como un aire muerto; las cuatro paredes me caen encima como el silencio y la soledad que me aprisionan. Llueve. Escucho la lluvia cayendo lenta y los automóviles que pasan veloces. El silbato de un vigilante suena como un grito agónico. Pasa el último camión de medianoche. Medianoche, también entonces era la medianoche…
The Summit of Kanchinjinga in the Himalaya of Sikkim

Ethan Brand

Nathaniel Hawthorne

Bartram el calero, un hombre rudo, corpulento y tiznado de carbón, vigilaba el horno a la caída de la noche y su pequeño hijo jugaba a hacer casas con trozos sueltos de mármol, cuando escucharon falda abajo una risa estentórea, no jubilosa sino lenta e inclusive solemne, como si el viento sacudiera las ramas del bosque...