Relatos cubanos

Cayo Canas

Lino Novás Calvo

Quien primero las vio fue el muchacho, desde la cofa, con sus ojos potentes. Eran aún tres puntos más oscuros en la grisura del mar, pero en la mente del patrón formaron al instante las puntas de patas de una araña. Siempre -se dijo ahora- había sido ese Hines, su antiguo socio, una araña, y de tierra...

Negrita

Onelio Jorge Cardoso

Hacía tres años ya que Bruno había llegado por primera vez a la finca de don Cristóbal. Lo recordaba como si fuera ayer mismo; el dueño estaba sentado en el portal, porque era la hora del mediodía en que el sol del verano cae aplanando los campos y abrumando de calor los caminos...

En la zona diabólica

Pedro Juan Gutiérrez

Yo estaba pintando un cuadro, pero salía demasiado bonito. Puse a Mahler. La sinfonía número diez, en La Mayor. Subí el volumen a toda mecha. Mahler atronaba. Todas las cuerdas chillaban. Y ni así. El hijoputa se resistía a embrutecerse un poco...

Estatuas sepultadas

Antonio Benítez Rojo

Aquel verano —cómo olvidarlo— después de las lecciones de don Jorge y a petición de Honorata, íbamos a cazar mariposas por los jardines de nuestra mansión, en lo alto del Vedado. Aurelio y yo la complacíamos porque cojeaba del pie izquierdo y era la de menor edad...

“Aliados” y “alemanes”

Lino Novás Calvo

Chirriquitín como yo era, ya era “aliado”. Mi padre me llamó entonces el “Tomeguín”. Pero yo no creía que aquel fuera mi padre. Era un hombre que había pasado un día por la colonia, en Georgina, y se fuera...

El rabo de la gran mona

Antonio Benítez Rojo

"…looks unconfortable, habla de ti, dice que te ves molesto, ¿No hablará del turco?, pregúntale, maybe you’re talking about the turkish guy, the gentleman that just went to the toilet?, el turco que fue al toilet, eso lo entiendo, is that gentleman turkish?, ¿qué dice?, que si el turco es turco, ¿no hablará del pavo?…"

En el muro del Malecón

Miguel Barnet

"En el Muro del Malecón" de Miguel Barnet nos transporta a las noches embrujadas de La Habana, donde el Malecón, testigo silencioso de incontables historias, se erige como el epicentro de encuentros y desencuentros. A través de tres relatos independientes, el autor nos sumerge en las profundidades de esta ciudad, desentrañando los oscuros matices que yacen bajo su aparente luminosidad. Barnet, con su maestría narrativa, nos conduce por los recovecos de la cotidianidad habanera, donde cubanos y extranjeros se entrelazan en tramas de amor, confidencias y admiración por la majestuosidad del Malecón. A medida que avanzamos en la lectura, el autor sutilmente desvela las sombras que se esconden en los pliegues de la sociedad cubana, revelando personajes que viven a la sombra de sus propias realidades. Cautivador y evocador, "En el Muro del Malecón" invita al lector a adentrarse en los secretos mejor guardados de La Habana nocturna, ofreciendo una mirada profunda y reveladora sobre la condición humana en un contexto tan emblemático como enigmático. Barnet, con su aguda sensibilidad…

El insaciable hombre araña

Pedro Juan Gutiérrez

"La noche fresca, todas las estrellas en el cielo, la luna. Es un momento perfecto y no tengo sueño. Hace un par de horas que observo esta escena. Quiero mantenerla en la memoria: la cinta negra de la carretera estrecha, el mar azul-negro-gris-acero, el camino plateado y brillante de la luna, y los bultos amarillo ocre de los equipos oxidados..."

Cazadores de mamuts

Pedro Juan Gutiérrez

"Era un día normal de agosto: un sol terrible, calor y humedad agobiante. Me fui temprano a la playa y alcancé un poco de sombra bajo una uva caleta. Mucha gente. Detrás de las dunas había ómnibus, autos y camiones, parqueados en una callejuela estrecha y sin pavimentar que une la carretera principal con aquel trozo de playa..."

En el minuto exacto

Pedro Juan Gutiérrez

"Nos quedamos en silencio. Me da la impresión de que se distancia. Fuma y mira por la ventana que tiene al frente. Se ve un pedazo de cielo azul con nubes pequeñas y blancas. También se ven algunos edificios del Vedado y de Centro Habana. Parece que se queda flotando en el vacío y gana distancia y frialdad. Sin mirarme directamente me dice:"

El escudo de hojas secas

Antonio Benítez Rojo

"Cuando entraron en la casa del santero, la vieja de la puerta dijo que no podrían ver a Fernandino hasta la noche porque había mucha gente por delante. Isolina, sofocada, se abrió sitio en el sofá abanicándose con un periódico que alguien había dejado en la mesa del centro: luego, abriendo la boca y quejándose de que le faltaba el aire, se tiró encima de una negra y empezó a gritar con los ojos en blanco y agarrándose el vientre"

El tesoro de la república

Pedro Juan Gutiérrez

"La vecina viene hasta mí con una taza de café. Es una vieja solitaria de casi ochenta años. Nuestras terrazas están separadas por un muro muy bajo y unas jardineras de cemento con algunas plantas. Es una frontera simbólica. Nos llevamos bien. Ella cuenta conmigo para que avise a su familia cuando muera: «Menos a mi hija, avisas a todos. A mis dos hermanos y a mi hermana. ¡A mi hija no!»"

Moñigüeso

Onelio Jorge Cardoso

"Moñigüeso vivía en casa de la vieja Elvira, quien, por el bien quedar con Dios y el buen atendimiento de la arboleda, le dio refugio en su “Quinta”. Habitaba en el patio, sobre el corral de los cerdos. De allí lo tumbaba veinte veces al día la llamada de la vieja Elvira. Venía entonces, inexpresivo y torpe, hasta la cerca de metal que resguardaba el pequeño patio del resto de la propiedad, y balbuceaba:"

Fugados

José Lezama Lima

"Luis y Armando se miraron. Armando obser­vó que al mismo tiempo que ya empezaba a sentir la humedad del agua evaporándose de su chaqueta azul oscuro, con rayas blancas, desde lejos grises, vio como también asomaban con nuevos colores que se secaban lentamente, como después de pen­sarlo mucho, dejando en las paredes mareadas, patas de moscas, caras viejas, casi resquebrajadas."

Cosas desagradables

Pedro Juan Gutiérrez

"Hablamos cuchicheando, pero la madre nos oye. Se mantiene alerta. Protege a su cachorro en la peligrosa jungla. Y salta como una fiera:"

Mariela

Emerio Medina

"Ya están al hacer el anuncio de la salida. La gente se va acercando al camión, son sesenta o setenta personas, van a ir apretados, la mitad tendrá que ir de pie, todo el viaje de ochenta y seis kilómetros de pie dentro de ese cajón de hierro, quien sabe si alguien se quede por el camino y alguno pueda ir sentado el resto del viaje"

Seis relatos breves

Daniel Díaz Mantilla

"Desde el caos primitivo, desde la nada —nada en el cerebro—, habrá que ir notando, paso a paso, matiz tras matiz, el nacimiento de la idea confusa y la transformación de esa idea en definidos conceptos. Y esa labor será por sí misma un libro."

Sosiego, paz, serenidad

Pedro Juan Gutiérrez

"En fin, yo en la cocina, trabajando. Hacía unos días había terminado una novela terrible. Una animalada tropical que me dejó agotado, nervioso, totalmente insomne, con remordimientos y cargos de conciencia."

Los carboneros

Onelio Jorge Cardoso

"Estábamos a principios de julio. Para los tres meses siguientes sabíamos que llegaba la plaga. Eso no es cosa de juego. Está el tábano, pequeño como mosca, que pica solo en las orejas. Sube de la manigua a la altura del cuello, más aún, buscando las orejas, y pica hasta hincharlas y enrojecerlas."

El boxeador

Pedro Juan Gutiérrez

"Ella no sabe nadar. Viene a la playa con un libro y medio litro de ron. Yo adoro el agua. Me gusta alejarme de la orilla, nadar una hora, tonificarme, soltar toxinas."