Poetas

Poesía de Colombia

Poemas de Antonio Gómez Restrepo

Antonio Gómez Restrepo, ilustre escritor, crítico literario y diplomático colombiano, vio la luz en Bogotá el 13 de enero de 1869, y su legado perdura como un faro de la literatura colombiana hasta su fallecimiento en la misma ciudad el 6 de noviembre de 1947.

Su camino hacia la literatura comenzó en las aulas del colegio de su padre, don Ruperto Gómez. Sin embargo, fue su vocación autodidacta la que lo llevó a explorar las profundidades del arte de las letras. En 1881, un artículo sobre el nacimiento de Simón Bolívar, publicado en la prensa bogotana, marcó un punto de inflexión en su vida, consagrando su destino a la literatura.

En su etapa adulta, Gómez Restrepo combinó su pasión por la escritura con la enseñanza universitaria en la Universidad del Rosario y una destacada carrera diplomática. En 1892, desempeñó el rol de secretario de la Embajada en España, aprovechando su estancia para enriquecer su formación en la Universidad Central de Madrid bajo la tutela de don Marcelino Menéndez Pelayo. De regreso a Colombia, se unió al Ministerio de Relaciones Exteriores, donde ejerció como Secretario General por más de dos décadas. Además, en 1909, ocupó el cargo de Ministro de Instrucción Pública durante el gobierno de Rafael Reyes y brevemente se encargó del Ministerio de Gobierno. A lo largo de su trayectoria, asumió también en varias ocasiones el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Gómez Restrepo fue honrado con los títulos de Doctor Honoris Causa en Filosofía y Letras por la Universidad del Rosario, y en Leyes por la Universidad de Chile. Su relevancia en el ámbito académico se ve reflejada en su rol como Secretario Perpetuo de la Academia Colombiana de la Lengua y como miembro correspondiente de la Real Academia Española. En un gesto de reconocimiento a su valiosa contribución, fue nombrado miembro correspondiente y honorario de la Academia Mexicana de la Lengua el 4 de octubre de 1921.

Aunque cultivó la lírica con obras como «Ecos Perdidos», «Sonetos» y «Relicario», su mayor legado reside en su faceta como crítico literario. Sus ensayos, como «Ensayos sobre los estudios críticos de don Rafael Merchán» y «Apuntes de literatura», así como su obra maestra, «Historia de la Literatura Colombiana» en cuatro volúmenes, son testimonios imperecederos de su dedicación a la literatura y su profundo entendimiento del panorama literario de su tiempo. Antonio Gómez Restrepo es, sin duda, un pilar fundamental en la historia literaria de Colombia y un eminente ejemplo de la fusión entre la pluma y el servicio a la nación.

Toledo

«Sobre amarillo peñascal posada,
bajo un cielo del Africa esplendente,
alza Toledo la rugosa frente
de viejos campanarios coronada.

Es medio día; la ciudad sagrada
duerme la siesta del lejano oriente;
sólo se oye la forja, do paciente
prueba el armero el temple de’ una espada.

De antiguo coro en el sitial repuesto,
al abrigo de góticos canceles,
pálida monja su ritual recita;

y en un balcón, en adornado tiesto,
tiembla rojiza mancha de claveles,
cual fresca boca que de amor palpita.»

Los ojos

Ojos hay soñadores y profundos
que nos abren lejanas perspectivas;
ojos cuyas miradas pensativas
nos llevan a otros cielos y a otros mundos.

Ojos como el pensar, meditabundos,
en cuyo fondo gris vagan esquivas
bandadas de ilusiones fugitivas,
como en el mar, alciones errabundos.

Ojos hay que las penas embellecen
y dan el filtro de celeste olvido
a los que el peso de su luz fallecen;

ojos tan dulces como el bien que ha sido,
y que en su etérea vaguedad parecen
astros salvados del Edén perdido.