Poetas

Poesía de Colombia

Poemas de Armando Cerón Castillo

Armando Cerón Castillo (1937-2021) fue un destacado poeta colombiano asociado al influyente grupo literario Los Papelípolas y perteneciente a la generación del 68. Nacido en Gigante, Huila, el 31 de enero de 1937, su vida abarcó una diversidad de roles, desde seminarista hasta alcalde en los municipios de Pital y Tesalia, en el Huila. También fue docente y auditor del Estado colombiano.

Cerón Castillo recibió reconocimientos a lo largo de su vida, incluyendo la prestigiosa orden José Eustasio Rivera de la Fundación Tierra de Promisión en 2008. Era primo del vate Luis Ernesto Luna Suárez y mantuvo una amistad cercana con su contemporáneo Ángel Sierra Basto.

La triste noticia de su fallecimiento llegó el 9 de julio de 2021 en Neiva, Huila, su lugar de origen. Su partida fue resultado de una complicación de salud, tras sufrir una fractura ósea en su pierna derecha, agravada por una sobredosis de calmantes. Los médicos también le diagnosticaron COVID-19, y sus restos fueron cremados.

Armando Cerón Castillo destacó no solo como figura pública y alcalde, sino también como un hábil poeta. Su legado literario incluye obras notables como «Detrás de las Palabras» (2008) y su «Antología Poética» (2003), que recopilan lo mejor de sus cincuenta años de publicaciones en revistas y periódicos colombianos, así como en obras compartidas con varios autores.

Su influencia trasciende las páginas de sus libros y se extiende a través de diversas antologías literarias, donde sus versos continúan resonando. Armando Cerón Castillo dejó una marca indeleble en la poesía colombiana y su legado perdurará como parte vital de la rica tradición literaria del país. Además de su faceta como poeta, también contribuyó al periodismo, colaborando en medios como el «Diario del Huila» y escribiendo para suplementos y revistas. Actualmente, su obra literaria sigue siendo apreciada y difundida en publicaciones como «Facetas,» el órgano de difusión de la Fundación para los Oficios y las Artes Tierra de Promisión bajo la dirección de Guillermo Plazas Alcid.

EL ALUCINADO

Vengo de un continente alucinado
Con las alas girando en pesadillas
Y en las manos escritos de recuerdos.

Vengo de las espinas del desierto
Con la arena pegada en las heridas
Y la duda pulsando el pensamiento

Llego de los naufragios de un velero
Con el mar dibujado en las miradas
Y el azul de la estrella en el ensueño.

Vengo de algún sendero introspectivo.
De riberas salobres de la angustia
Y de la oscura sonrisa del hastío.

Me sumerjo en aquello nunca visto,
En fantasmas que visten a las noches
Y en el yo de otro yo desconocido.

Enajenado ruedo en torbellinos,
En luchas de raíces subjetivas
Y en garras lujuriosas sin destino.

Oquedad ululante en otros signos,
Vivo la eternidad en cada instante
Y esculco las palabras al vacío.

Hambre de perfección, sed de infinito,
Hacia fuera, hacia dentro, en cada paso
Cruzan interrogantes mis caminos.

En la voz de esperanzas y lamentos
-este dolor de sangre enamorada-
desata sus quimeras en el viento.

Y así viajo en mis versos -peregrinos-
Para enlazar los sueños de la altura
Y jugar la razón en laberintos.

ABISMOS

En paisajes exóticos, lejanos,
Las espirales de mis sueños divergen
y en los rabos de la lucha, mis empeños,
Abre los Arcanos.

Sin responder a la sombra interrogante
Extrae la flor de mis reflejos.
y en círculos de múltiples especies
la luz en depresiones, parpadeando.

En soliloquios desnudos de amargura
y hay lugares sorprendentes en la zona
en este diapasón de remolinos;
y en el aire y viniendo de las chimeneas
No puedo entender si soy mi amigo,
o un abismo quirúrgico de otro abismo.

EL POETA

Estoy cantando la primera ilusión.
que escapó del verano del día
Voy a un palacio ambrosial
en un lago azul de primavera.

Estoy soñando, bajo la palmera,
en la ninfa en la fuente y estadía
del fauno de dos cuernos entre la vegetación de Umbría,
en éxtasis de esperanza.

Siento en el cristal de mi conciencia
el alma de las cosas y la esencia
si me ofrece en raudales de belleza,

Y en nubes y destellos de rosa,
Venus viene desnuda en su carruaje
a ceñir de laureles mi cabeza.

NERVAL

El único poeta que ha ido dos veces al infierno.
conectados a cables nerviosos de alto voltaje.

Para atravesar la línea en el oscuro Aqueronte,
fue recibido plácida y tristemente
por el macabro líder de las sombras,
navegando silenciosa e impasible en un barco
inexorable.

Aquí se bañó en las Estigias, las Águilas se lo impidieron.
Ningún otro rival o semidiós en la leyenda épica.

En su último regreso vino con la lira de Orfeo,
y por contrastes de luces y sombras
en el ritual del portador de universos ocultos:

La venida aullante de las Furias perseguidas
enredada
En cuanto a la memoria, uno de tus pasos cae:
Los pelos de Medusa se retorcieron durante la metamorfosis
de sus alucinaciones y la túnica de Neso
ceñida en el viento de su locura.

Estaba perdido, lo perdí todo.
Recuperación de Sinalma:
Planteado por visiones infernales,
para leer los secretos de los dioses inconscientes,
Fui estigmatizado y entré en laberintos oníricos
de muchas puertas de entrada, pero sin caminos de regreso
sin salida salvación.

Está dentro de los bosques magnéticos del verdor.
La poesía vivirá iluminada, pero será prisionera de los fantasmas de sus sueños.

Si se sumergió en las profundidades del Caos,
resucitado en las cimas de la Armonía, y allí,
en la estrella dorada de gloria, fue abrazado y coronado
en los pliegues del equipamiento polihimno.

Alas sobre las alas de Pegaso,
dominó los espacios de la lírica.
En Granadas florecidas de música
si revelan luces cósmicas…

Y moldeó a “Las Quimeras” en medallones de Misterio
y diamantes armoniosos rodeados de plena belleza.

En cada palabra de silencio en la mira lo señalé
como extraño; y se sintió más ajeno y ausente,
en la escala de la retórica y los gestos circundantes.

Un Maestro hierofante orientó las esferas del artista
por triángulos ocultos de templos y columnas,
firmado por símbolos y jeroglíficos.

En estas canciones aromas la dulce rosa del principio.
En columnas de vértigo navegó trashumantemente.
Territorios anduvo y desanduvo, tangibles, intangibles,
psíquico, ultrametafísico, para satisfacer el propio destino.

En otras dimensiones de visiones de misiones titánicas.
encontró el paraíso del Edén,
redescubrió el jardín de las Hespérides,
conquistó la tierra prometética de Dorado,
se bañó en afluentes y sorpresas mágicas
y eso fue triple hechizado.

Pero mordió el fruto prohibido, perdió las hojas del secreto,
Le dieron un mal trago y le pagaron con terribles expiaciones.
más de sus irrepetibles audacias.

Era un elegido, pero un expatriado de la tierra,
el cielo y el infierno.
Los volubles y envidiosos dioses de los prometeos.
castigaron en terreno elevado y negaron la victoria
al perdido y único superviviente de la perdida Atlántida.

Las alucinaciones permanentes del sueño de la víspera,
¡Aurelia!, la visible e invisible dama de pelos de fuego,
el mito geométrico del “cuadrado del círculo”,
el pensamiento en ritmo panteísta enamorado de la eternidad y el infinito
y la zozobra de la vida cotidiana en realidades verticales,
formaron el pentagrama de la pescadilla,
preámbulo y epílogo de su existencia y obra.

Una noche sofocante de amargura
atrapado en el corazón de un misterioso soneto,
la despedida de un sol oscuro, un estandarte del mismo color que el viento
-el libro es huérfano y la vista de la torre abolida-
y la tragedia de su genio solitario.

¡NERVAL, otro ángel taciturno despreciado de lo absoluto!

EL ANHELANTE

En paisajes exóticos, lejanos,
las espirales de mis sueños y las colas del juego divergen,
Estoy ocupado, ábrete sobre los Misterios.

Sin responder a la sombra interrogante
Extrae la flor de mis reflejos.
y en círculos de múltiples especies
la luz en la depresión vacilante.

En soliloquios, desnudos de amargura
y hay lugares sorprendentes en la zona
…en este diapasón de remolinos!
y en el aire y viniendo de las chimeneas
No puedo entender si soy el mismo,
o un abismo hinchado de otro abismo

ME PIERDO

Me pierdo
en las inmensas dimensiones oscuras y luminosas del Universo.

Pero también:
En el azul verdoso del cristal marino,
en el alba de la primera mañana saludable,
en el penacho dorado y musical del ave,
o en la jaula vacilante de la casa,
en la integridad de los circuitos del átomo
o en la oscuridad del macrocosmos,
en el mil y sueño con sentirme vivo
y en angustia metafísica y visceral
para volarme muerto,
en las peleas de mi ángel y mi demonio,
donde a veces hay cielo y a veces hay infierno;
en mis andanzas me perseguía la ansiedad
de Dios,
en la verticalidad de mi amor
y en la ingratitud exclamaba en tus ojos.

A veces me pierdo…

SED

Siempre en esta lucha encadenada,
con el cansancio de cuestas y el espino
-pareciéndome a la sombra de la chimenea-,
¡relámpago de rabia en el costero!

Siempre paso, pero siempre listo,
a los vientos oscuros del destino,
con este corazón en desatino
y en diamante de sangre, ¡huracanado!

Hacia adentro, la sede de las colinas.
y en la angustia, la flor de las ternuras
y en las fibras la luz de los ratones…!

Y busca las luces a la vista,
Estoy escuchando a todos los remitentes:
¡El hambre de Dios, de la eternidad y del espacio!

VARIANTES

Monólogo, en dilema, cabizbajo.
La esperanza se ve en la tristeza,
pero el arte, acostumbrado a su belleza,
y la estrella en el doble azul del lago.

Escucha la quietud del granito
y en tu voz de silencio,
el movimiento, la inmensidad, en las águilas del viento,
y al mismo tiempo levantas las chimeneas.

Del cielo, los mensajes de cristal.
bajo la lluvia y en el rosario de diamantes
y en su técnica rítmica, en el flow.

El bueno y el malo, anidan en la mente,
la eternidad late en el instante
y lo infinito vibra en lo finito.