Poetas

Poesía de Francia

Poemas de Lucie Delarue-Mardrus

Lucie Delarue-Mardrus (Honfleur, 3 de noviembre de 1874 – 26 de abril de 1945) fue una periodista, poeta, novelista, escultora, historiadora y diseñadora francesa. Fue una escritora prolífica que escribió más de 70 libros.

En Francia, es sobre todo conocida por su poema que comienza con el verso «L’odeur de mon pays était dans une pomme». Sus escritos expresan su amor por los viajes y por su nativa Normandía. En L’Ex-voto (1932), por ejemplo, describe la vida y el entorno de los pescadores de Honfleur a principios del siglo XX.

Negativa

…Y por eso declararon a la mujer impura.

Sombra, cojinea, vidrios en que el jardín riente
Se degrada; reposo sin esfuerzos, profundo.
Como dormida la mujer “niño doliente”
Que sufre en las entrañas de su cuerpo fecundo.

Voy pensando… Y un día puede un hombre nacer
De este cuerpo mensual, y vivir cuando acabe
Mi vida, y largamente recomenzar mi ser
Que ya de tantos siglos soporta el peso grave;

Y pienso que mi faz le daría el destino,
Mis ojos espantados, negros y silenciosos;
Y que tal vez errante con ellos, temerosos
Los demás, ni una mano diéranle en el camino.

El aullido escuché de la tristeza humana:
Te aprueba el corazón, obra libertadora,
Que me haces no añadir a mi ser un mañana,
Por el horrible orgullo de verme genitora.

Pienso que no nos dan inevitablemente
El valor necesario para aceptar la vida…
Y me embriago, en sombríos cojines extendida,
En mi esterilidad, que sangra lentamente.

L’odeur de mon pays

L’odeur de mon pays était dans une pomme.
Je l’ai mordue avec les yeux fermés du somme,
Pour me croire debout dans un herbage vert.
L’herbe haute sentait le soleil et la mer,
L’ombre des peupliers y allongeait des raies,
Et j’entendais le bruit des oiseaux, plein les haies,
Se mêler au retour des vagues de midi.

Je venais de hocher le pommier arrondi,
Et je m’inquiétais d’avoir laissé ouverte,
Derrière moi, la porte au toit de chaume mou …

Combien de fois, ainsi, l’automne rousse et verte
Me vit-elle, au milieu du soleil et, debout,
Manger, les yeux fermés, la pomme rebondie
De tes prés, copieuse et forte Normandie?…

Ah! je ne guérirai jamais de mon pays!
N’est-il pas la douceur des feuillages cueillis
Dans la fraîcheur, la paix et toute l’innocence?

Et qui donc a jamais guéri de son enfance?…