Poetas

Poesía de España

Poemas de Ramon Dachs

Ramon Dachs (Barcelona, 1959), poeta, escritor y bibliotecario-documentalista. Su creación principal se articula en dos facetas. Por un lado, Eurasia/Transeurasia/Antarctide (1978-2008), su ciclo poético total multilingüe, cerrado en el 2009 con el viaje-performance a la Antártida como puesta en escena del silencio poético definitivo. Por otro lado, su aventura postpoètica en curso, que, iniciada el 2005, se compone de una trilogía narrativa autoficcional en 3ª persona con fotos propias: Álbum del trasiego (2008), Álbum de la Antártida (2009) y Álbum errante. Es autor además de Intermínims de navegació poètica, poemario completamente hipertextual y tetralingüe, disponible a Internet desde 1996, y del poema combinatorio interactivo Intertarot de Marsella , disponible desde el 2008. Ha colaborado en una cincuentena de revistas y periódicos; ha impartido conferencias en 8 países; ha expuesto individualmente en España, Francia, México, Estados Unidos y Argentina; ha trabajado con artistas plásticos internacionales, ha sido traducido a varias lenguas y ha traducido, a su vez, de varias lenguas al catalán y al español.

Fronda adentro

e como un potro na planície nua
em ti entrei

Eugénio de Andrade

***

En plena selva oscura, a media andada,
¿de quién sino de ti, gentil amiga,
de trato siempre amable y buen semblante,
recibiría gloria tan cumplida?

***

Atravesando llanos, montes, ríos,
por sendas, valles, puertos, por collados,
cañadas, bosques, claros y riberas,
desiertos salvo, y mares, a tu amparo.

***

Besan tus labios, pétalos de rosa,
besan, pezones exultantes, besas,
con lágrimas, ardiente, entera, besas,
piel toda tú, rosal alborotado.

***

Ebrio de ti, te huelo, palpo, tomo,
tendida así, te lamo, siento, veo,
contigua a mí, te estrecho, beso, tengo,
que sin atino vago noche y día.

***

Me gusta que reboses desbocada,
dando rienda suelta al goce entero,
inmensa altiplanicie de alegría
que turbadora alcanzas al galope.

***

Me adentro en el paisaje por la fronda
más umbría, por la hondura más
angosta; por los musgos embebidos
de frescor de manantial, me adentro.

***

Afortunado el día, el mes, el año,
dichoso el sitio justo, el punto exacto
en que nos vislumbramos por ventura
entrelazando frescas las miradas.

***

Cual árbol que se yergue alzando ramas
que va expandiendo con follajes nuevos
al tiempo que se hienden sus raíces,
así tú y yo crecemos fronda adentro.

***

Palabras acuciadas por los ecos
que tañen en los velos de la noche
emergen desde el magma más profundo
igual que lava ardiente por el cráter.

***

¡Evoca en los sentidos lo sentido,
aviva, amor, el límite alcanzado,
delata, corazón, cuál es tu cénit
más alto, puro y nítido en la hondura!

***

En la montaña sola
sólo resuena el eco.
La luz penetra honda
hasta alcanzar el musgo.

***

Ebrio de hondura, como barco vago.

Poemes mínims

a flor de agua y de luz
el arquero del alba
tensa un hilo de luna

alba perlada
tarde sedosa
noche labial

bajo los astros
lucen humildes
luciernaguitas

baten gotas
besos
hojas caen
breves

blanquecinos
despeinados
curvos tallos
enredados
con la escarcha

cielo y mar se funden por la tarde
en turquesa tenue evanescente
cual neblina acuosa de mañana

cuerpo con cuerpo
frágil
pacto desnudo

deambular de extraños
a la deriva y solos
hasta agotar sus días

gorrión

de piedra a teja
a rama
vuelo

desnudez expuesta
como flor abierta
a los cuatro vientos

distendida calma
que nutre un disturbio
de efluvios carnales

periplo rojo

el sol se apea
del horizonte
sin barandilla

hileras de cipreses
atisban el final
pestañas de la muerte

horror de seguir vivo
los ojos escrutando
perplejos por doquier

la muerte, noche inmensa
apaga alguna vez
minúsculas luciérnagas

la tierra atrae al cielo
trenzándose las aguas
con los pezones blancos

deseo

mil alas locas dislocadas

arco iris

oficio cristalino
solemne
liturgia de la luz

curso fluvial

presentimiento
itinerante
de la sal

se exhibe el alba
ardiente y seductora
cortesana del oriente

cabalgando sin reposo
la erección solar
a rienda suelta

inerte orilla

sobre la arena
el mar respira
porosamente

escarcha

sollozo
de sauce
en el césped

vacío
purpúreo
la noche

cascada
de luz
el alba

adagio

vive hoy
el día
fugitivo