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Poesía de Estados Unidos

Poemas de Richard Brautigan

Richard Gary Brautigan, nacido el 30 de enero de 1935 en Tacoma, Washington, emergió de una familia proletaria marcada por la separación de sus padres antes de su nacimiento. Criado en un ambiente de escasez y desplazamientos, su infancia estuvo tejida de experiencias traumáticas, como el abandono temporal por su madre en un motel de Great Falls, Montana. La turbulenta relación familiar y la lucha contra la pobreza pintaron su juventud.

Graduado en 1953, Brautigan se sumergió en una vida bohemia en San Francisco, luchando por establecerse como escritor. En sus años formativos, se destacó en Eugene High School News, publicando su primer poema, «The Light«. Su estatura imponente de 1.93 m contrastaba con su entorno literario y bohemio.

En San Francisco, Brautigan trató de sobrevivir como escritor, ofreciendo sus poemas por las calles y participando en círculos poéticos. Aunque sus primeros intentos de publicación fueron rechazados, persistió. En 1956, experimentó una breve internación psiquiátrica, dando inicio a su historia literaria peculiar.

En la década de 1960, Brautigan se sumergió en el efervescente mundo contracultural de San Francisco. Es en este período donde cristaliza su obra más reconocida, «La pesca de la trucha en América» (1967), una novela que lo catapultó al éxito internacional y lo consagró como el talento emergente de la contracultura.

La década de 1970 vio a Brautigan explorar diferentes géneros literarios, pero su popularidad comenzó a declinar ante la pérdida de interés de críticos y lectores. A pesar de su desconcierto, su obra seguía siendo apreciada en Europa y Japón.

La vida personal de Brautigan estuvo marcada por matrimonios y relaciones tumultuosas, así como por su lucha contra el alcoholismo. Sus matrimonios con Virginia Dionne Alder y Akiko Yoshimura reflejan los altibajos de su vida sentimental.

En 1984, a los 49 años, Brautigan se retiró a Bolinas, California, donde finalmente puso fin a su vida con un disparo en la cabeza. Su cuerpo fue descubierto un mes después por un investigador privado. Aunque se rumoreaba que dejó una nota con la frase «Messy, isn’t it?«, su hija desmintió este detalle.

La obra de Brautigan, caracterizada por su imaginación potente y humorismo, ha dejado una huella duradera. Su estilo ingenuo, según algunos críticos, esconde una conexión única con la naturaleza y una perspectiva original. Escritores como Haruki Murakami y músicos como Jarvis Cocker han expresado su admiración por Brautigan.

Aunque su vida culminó trágicamente, el legado de Richard Brautigan persiste, influyendo en artistas y siendo honrado en festivales y tributos, como el Brautigan Fest en Buenos Aires. Su Biblioteca de Obras Inéditas, imaginada en «The Abortion«, encontró vida real en Vermont, preservando su memoria y contribución a la literatura.

Poema de amor

Es precioso
despertar en la mañana
solo
y no tener que decirle a nadie
que lo amas
cuando ya no lo amas
más.

Soneto

El mar
es un viejo poeta de la naturaleza
que murió de un ataque al corazón
dentro de una letrina pública.
Su fantasma aún
asecha los urinarios.
De noche se le puede
escuchar caminar
descalzo
en la oscuridad.
Alguien robó
sus zapatos.

Cat

Una tarde soleada después de hacer el amor, estábamos recostados
y decidimos que el nombre de nuestra primera hija sería Cat, así la hubiéramos
llamado; pero ahora que dejamos para siempre de
hacer el amor y que no tendremos esa niña, o cualquier
otro hijo, yo me condené a ser el poeta
en tus sueños que cae a plomo como lluvia vespertina.

30 centavos, dos pasajes, amor

Pensando mucho en ti
subo al autobús
y pago 30 centavos de pasaje
y le digo al chofer que es
por dos pasajes
antes de descubrir que
iba solo.

El color como principio

Olvida el amor
quisiera morir
en tu dorado
cabello.

¡Hey! De esto es de lo que se trata

Para Jeff Sheppard

Sin publicaciones
Sin dinero
Sin estrella
Sin fornicar

Un amigo vino a casa
hace unos días y leyó uno de mis poemas.
Hoy regresó y me pidió leer de nuevo el
mismo poema. Cuando terminó
de leer, dijo, “Me hace querer
escribir poesía.”

Agujero de estrella

Me siento aquí,
en el perfecto borde
de una estrella,

miro su luz
volcarse
hacia mí.

La luz se vierte
a través
de un pequeño agujero
en el cielo.

No soy muy feliz,
pero puedo mirar
las cosas habitar
la lejanía.