Poetas

Poesía de Argentina

Poemas de Miguel Ángel Morelli

Miguel Ángel Morelli (Coronel Suárez en 1955-21 de agosto de 2020)​ fue un escritor y periodista argentino.

UNA TEMPORADA EN EL INFIERNO

la bruma y el incienso ocultan el horizonte
confundiendo a los viajeros de la muerte

algunos creen estar en el paraíso | y cantan
otros gimen y maldicen al infierno

como un ángel furioso | rimbaud
se arranca los ojos y comprende:
dios y el demonio llevan la misma máscara

ACTO III, ESCENA IV

ser para no ser
para dejar de ser
para ser la nada

ser para que otros olviden
como yo he olvidado
a aquellos que fueron

ser para el dolor
de dejar de ser
cuando sea olvido

ser para no ser
oh dios
para ser la nada

LOS SIGNOS DE FUEGO

al hombre no le ha sido dado demorarse en los espejos:
¿cómo soportar la mirada de dios sin que los ojos se nos incendien?

al hombre no le ha sido dado demorase en los umbrales:
¿cómo es posible edificar el mundo sin apoyarse en su movimiento?

al hombre no le ha sido dado prescindir de la nada:
¿cómo podría la vacuidad del ser suprimir el objeto que lo consume?

al hombre no le ha sido dado despojarse de las palabras:
¿cómo eludir la tarea de nombrar y exigir luego que haya mundo?

como a dioses exiliados de dios muy pocas cosas le han sido dadas:
un balbuceo apenas | un atisbo de infinito | un temblor | una mirada

ELOGIO A LA DIALÉCTICA

toda palabra es un gesto que se ha muerto |
un gesto caído de los ojos para siempre

todo ojo es un vacío que nos sueña |
una espejo que en las noches se enciende con los besos

todo beso rompe el gesto de los ojos cuando el fuego
apaga las palabras que caen del espejo

LAS PALABRAS

«imaginar un lenguaje es imaginar también una forma de vida»
L. Wittgenstein

son una lluvia de fuego | de infinitos copos de fuego
derramados por la lengua de quienes maldicen al mundo

son pequeñas islas de luz atrapadas entre silencios |
oscuros laberintos donde el poema nace o se despeña para siempre

y son | también | las voluptuosas catedrales del alma |
la eterna porfía del hombre que arremete contra el tiempo

ah las palabras | esas venganzas de dios
que existen en el mundo para que el mundo exista

PENSAR EL SER, NOMBRAR LO SAGRADO

más allá de estos cielos despiadados | por encima de sus huecos y sus dioses |
otros mundos nos esperan para ser:
como mudos testigos de viejos naufragios
aguardan un pensamiento que los roce |
la boca que les preste sus palabras | el ojo que los descubra como soles nuevos |
como estrellas que jamás han existido

y sé, también, que dentro de estas cuatro paredes que levanta la locura |
hundidos y expectantes | ocultos en sus propias naderías
otros mundos nos revelan lo sensible y luego huyen, se evapora |
eluden la luz cada que el verbo los atrapa | cuando la efímera razón lo toca

LA FLECHA DEL TIEMPO

«en el fondo de sus ojos adorables
veo siempre la hora de una manera
distinta, siempre la misma, una hora
inmóvil que los relojes no marcan»

Charles Baudelaire

digo ahora y el ahora se desvanece en la nada |
se hunde dócilmente en los pliegues del silencio

digo ahora y el borde de mis palabras
se vuelve lejano | perdido | inalcanzable

el tiempo es una flecha que atraviesa los días
en todas direcciones | y sin embargo
nadie puede eludir su destino al dejar que lo nombrado
huya con furia de sí mismo
como un animal que agoniza al pie de sus heridas