Poetas

Poesía de Chile

Poemas de Rodrigo Verdugo Pizarro

Rodrigo Verdugo Pizarro, nacido en Santiago de Chile en 1977, es un poeta y collagista que ha dejado una marca significativa en el ámbito literario. Sus primeros pasos en la poesía los dio en el taller de poesía Isla Negra, dirigido por el reconocido poeta Edmundo Herrera, entre 1992 y 1996, en la Sociedad de Escritores de Chile (SECH). Además, ha desempeñado roles destacados en el ámbito editorial, siendo coeditor y articulista de la revista Derrame, subdirector de Ediciones Derrame, coeditor de la revista Labios Menores y subdirector de la revista Rayentru. Asimismo, ha participado como secretario del Pen Chile y como miembro del Grupo Surrealista Derrame. Su obra poética ha trascendido fronteras, siendo publicada en revistas y antologías tanto chilenas como extranjeras, y ha sido parcialmente traducida al inglés, francés, portugués, italiano, griego y chino. Además, su talento como collagista se ha exhibido en exposiciones colectivas en España, Portugal, República Checa y Costa Rica. En 2016, formó parte del jurado del II Premio Nacional de Poesía Festival de Poesía de Medellín en Colombia. Entre sus obras destacan «Nudos Velados» (2002), «Ventanas Quebradas» (2014) y «Anuncio» (2017). En 2018, fue incluido en el dossier «Poètes chiliens contemporains, le temps des brasiers», preparado por el poeta francés Christophe Dauphin en la revista Les hommes sans Èpaules de Francia.

La poesía de Rodrigo Verdugo Pizarro se enmarca dentro de la tradición del simbolismo y el surrealismo, persiguiendo el objetivo de desvelar el funcionamiento real del pensamiento y la realidad interior de la naturaleza a través de imágenes que extraen lo desconocido de cada época. Sus poemas exploran temas profundos como el amor, la muerte, el tiempo, el sueño, la memoria, el erotismo y la trascendencia. Su estilo poético se caracteriza por una sintaxis fragmentada, un lenguaje sugerente y una musicalidad envolvente. Su obra ha sido elogiada por poetas de renombre como Raúl Zurita, Gonzalo Rojas, Nicanor Parra y Enrique Lihn.

Rodrigo Verdugo Pizarro se destaca como uno de los poetas más originales e innovadores de su generación, capaz de renovar el legado de la vanguardia chilena con una voz propia y una visión lúcida y desafiante del mundo. Su obra literaria refleja su profundo compromiso con la poesía y su capacidad para explorar los límites del lenguaje y la imaginación, dejando una huella duradera en la literatura contemporánea.

HERENCIA DEL INSOMNE 39

Un manantial terrorífico
en la promiscuidad
del infinito.

Suban, nos decían:
y se descoloraban las columnas,
y se descascaraban los niveles.

Y nuestro
paraguas
no se abría.

Y allí arriba
se nos confiaba
el hilo de cada fantasma.

Porque este amanecer
dejará a
todos ciegos.

HERENCIA DEL INSOMNE 44

Nunca imaginaron que un astrónomo
sería su padrino de bodas.

O que ella sería una estrella
vista desde la fosa de agosto.

Al astrónomo le gustaban
las camisas cuadrille.

A la pareja le gustaba convertirse en luz
que mordía el cielo.

Pasó el tiempo,
se separaron.

Animales mitológicos cayeron en la fosa de agosto,
nunca más se pudo contemplar esa estrella.

El astrónomo seguía
usando camisas cuadrille.

Y hasta el fin de sus días,
y desde cualquier punto.

Contemplará como la luz
muerde el cielo.

HERENCIA DEL INSOMNE 45

Querían que el parrón
tuviese un aire de ruina griega.

Anudábamos el invierno,
para que pasaran a la transfiguración del pez
el ermitaño y la hermana loca.

Y el parrón tuvo
un aire de ruina griega.

HERENCIA DEL INSOMNE 83

Me levanto de madrugada
a quemar manuscritos,
a cambiar
el papel decomural del living.

Ella duerme,
pero sus mucosas
responden al renacimiento
que los peces quieren en la belleza.

Un pez alucinado muerde a un pájaro
y este pájaro se come los ojos
de quien mañana
teníamos que retratar.

HERENCIA DEL PERDIDO CCC 300

Entran a un motel
y la frazada
que cubre la cama.

Es idéntica
a la que cubrió la cama
donde la madre de él murió.

Es idéntica
a la que cubrió la cama
donde a ella la engendraron.

TENÍA

Ella tenía perfil de cuervo
y se tapaba el ombligo
con un loto.

Ella en sueños
bebía cerveza
con Alejandra Pizarnik.

Ella quería arrendar un departamento chico
en barrio unión latinoamericana
solo para hacer fiestas u orgías.

Un departamento donde la cerveza
volara como un cuervo
y las muchachas en pleno frenesí
se sacarán el loto del ombligo
y los hombres llegaran como náufragos
e irrumpieran al atardecer.

Después alguien vuelve
a arrendar ese departamento
y antes de poner los muebles y habitarlo
lee en voz alta a Alejandra Pizarnik
y un loto entra por la ventana
empujado por el aire del atardecer.

EL ÚLTIMO VERANO

El paraíso
echó raíces
en tu belleza.

Yo disponía
juegos de azar
en una mesa.

Y a la hora
de guardarlos.

El rayo torturado
y el águila fina.

Alzarónse
juntos.

Como el desconocido
fin del mediodía.