Cuentos Cubanos

Bomba sexual

Zulema de la Rúa Fernández

No es fácil ser una bomba sexual. Menos aún si vives en La Habana y caminas lentamente por cualquier acera. No es fácil tener un súper culo bamboleante. Los hombres se te acercan. Abusadorcita. Locota. A ti lo que hay que llenarte toda de leche.

¡Arriba Industriales!

Yamilet García Zamora

Son las diez de la noche. Mi padre se ha cansado de vociferarle al televisor: "Comemierda, esa jugada es de corrido y bateo". "Me cago en la Virgen —pobre Virgen, siempre en los sacrílegos labios de mi padre—, qué coño hace este dirigiendo el equipo, tiene que mandar a robar la segunda"…

El hijo pródigo

Amador Hernández

Pero el barquito de papel no aguantó la primera arremetida de las olas del “Triángulo Maldito”. Violeta bajó a las profundidades vestida de reina. Ella lo visita cada noche. Ernesto Montiel se embriaga y le suplica que lo deje dormir...

Historia de la muerte de prisa

Mauricio Escuela

Es una historia donde la muerte lenta se vuelve de prisa, se vuelve en primera instancia hacia ella y contra ella; porque la muerte lleva muerte a todo y a todos…

La red en la cueva de la araña

Clara Lecuona Varela

Recuerdo el día que la conocí. Salí a buscar un fotógrafo, pero antes me detuve a tomar un café en la galería. Fue ella la que se sentó al lado mío…

La madrugada

Alexy Dumenigo Águila

A esta hora me vienen las ideas más estúpidas a la cabeza. El reloj marca las doce, pero debe faltar poco para el amanecer. Afuera se oyen los ruidos habituales. Está fallando…

Hípica y caza

Yuniel Reyes Mesa

Me monté. Finalmente me había montado. Estando dentro del almendrón supuse que lo había hecho, que al fin, después de varios años, me acoplaba…

El maestro

Mariam Diéguez Sánchez

La tela blanca de su camisa de algodón, más los movimientos felinos de su mano, hacían notar unos hombros poderosos. Laura, en la mesa de al lado, se mordió los labios relamiéndose en una mueca lasciva…

Whisky

Ray Respall Rojas

Me siento en una de las banquetas del bar y coloco a mi lado el portafolio. El cantinero me reconoce, se puede decir que soy un cliente habitual…

Las paradojas de la muerte

Amador Hernández

El doctor Jorge San Juan e Iturralde leyó con sorpresa sobre la tapa de uno de los nichos, que no recordaba haber visto nunca en esos treinta años de visita al camposanto, la siguiente nota: “A la memoria del ilustre doctor Jorge San Juan e Iturralde, de sus familiares y amigos. Ɨ E.P.D”...
El sueño de la razón produce monstruos, grabado de Goya

Monstruos en el Abecedario

Rafael Grillo

“Ya le he dicho que el verdadero mal es muy raro. El materialismo de nuestra época que tanto ha hecho para suprimir la santidad, tal vez ha hecho más aun para suprimir el mal. Encontramos la tierra tan cómoda, que no sentimos deseos de subir ni de bajar. Todo ocurre como si un especialista del Infierno realizase trabajos puramente arqueológicos.” Arthur Machen. Sobre la naturaleza de la maldad

Semiótica para los lobos

Vladimir Hernández Pacín

Es medianoche y Ónix está de vuelta en las calles. Ha forjado su oficio con sangre y esperma; una hermosa chica afro, piel de ébano ardiente y cabello ígneo, viviendo al filo de su humanidad, sumergiéndose cada noche en un episódico déjà vu que le conduce a las tinieblas del alma...

Al asecho

Iris Rosales

La música de los carnavales llegaba hasta el bar «Los Marinos» donde la mulata, sentada en la barra con su falda corta y un escote indiscreto como señuelo, estaba de cacería. «Un yuma, por tu madre…», rezó mientras repasaba con la vista el local, fingiendo beber una cerveza...

El Empalador

Víctor Hugo Pérez Gallo

La noche que murió no sabía, seguramente, que levantaría uno de los mitos que más ha inquietado las noches de los hombres. Mito al que yo, desde mi humilde posición, ayudé a apuntalar. Mi historia va a diferir de la oficialmente aceptada.

La divina trinidad

Lorenzo Lunar Cardedo

Nadie los vio llegar. Un buen día estaban en el barrio. Y en el barrio no es de buen gusto andar preguntando mucho. Susy la Rápida se instaló en casa de Yusimí la jinetera y a nadie le extrañó. Era una colega.

Ojos azules

Raúl Flores Iriarte

En el principio todo era un caos sin fin, así que vino Dios y creó los cielos y la tierra. Dijo Haya luz, y hubo luz y, como la luz estaba pero que muy bien, Dios mismo separó la luz recién creada de la eterna oscuridad y la luz se llamó día, y la oscuridad se llamó «noche».

Café con sangre

Juan Pablo Noroña

El hacendado se descruzó la correa del hombro y puso la cartera de cuero sobre la mesa, junto a la chismosa encendida. —¿Qué es eso? —preguntó el capitán, los ojos prendidos del bello repujado de la bolsa.

Nostalgia

Carlos César Muñoz García del Pino, David Alfonso Hermelo

Así eran los vampiros: el organismo parásito que reemplazaba al cerebro humano funcionaba en cámara lenta y necesitaba meses o años para crear sus propias pseudoneuronas, capaces de producir nuevas sinapsis. Mientras el humano recipiente continuará con las acciones correspondientes a su rutina habitual, todo iba bien...

Pensar todo el tiempo en Lorenzo García Vega

Jorge Enrique Lage

Había una vez una actriz judía de 23 años que andaba por el mundo como por su casa en Long Island, llevando a todas partes sus fases magnéticas y su cuerpo de modelo para armar. El mismo día que llegó a La Habana se empleó de cajera en un supermercado...

Los cachorros

Yonnier Torres

Pude construir una lista, armar una estrategia, algo así como un plan de escape, una puerta de salida, una ventana de emergencia; pero no lo hice. La condena hubiera pasado de culpable en culpable, repartiéndose a partes iguales y al final saldría a flote la inevitable conclusión de que todo fue producto de un complot de nefastas circunstancias.