Poetas

Poesía de Cuba

Poemas de Caridad Atencio

Caridad Atencio, 1963, La Habana, Cuba. Poeta, ensayista e investigadora. Licenciada en Filología por la Universidad de la Habana en 1985. Trabaja como investigadora del Centro de Estudios Martianos desde1989, donde ostenta la categoría de investigadora auxiliar. Autora de los poemarios: Los viles aislamientos (1996), Los poemas desnudos (1995) Mérida, Venezuela y (1997) Cienfuegos, Umbrías (1999), Los cursos imantados (2000), Salinas para el potro (2001), La Sucesión (2005), Notas a unas notas para L.A. (2005). Y de los libros de ensayo: Recepción de Versos sencillos: poesía del metatexto (2000), Génesis de la poesía de José Martí (2005, Costa Rica), Circulaciones al libro póstumo (2005), De algunos poetas románticos mexicanos en Martí (2005) Toluca, México, Un espacio de pugna estética. Matanzas (2006). La saga crítica de Ismaelillo. (2008), Los cuadernos de apuntes o la legitimación de la escritura ((2012). Posee la Distinción por la Cultura Nacional.

Cimentar por abuso
signar reimposiciones.

El fuego se alimenta
de lo que crea en lo que destruye.

Estoy leyendo a los maestros.

Pateo una naranja.

Celosías

Sobre el cruce fugaz de dos siluetas
la calma del que morirá primero.
Abismos en la cáscara del fruto.
Un movimiento tácito en la sombra.
Valor como un castigo,
obligación convertida en deseo.
No le tomo al vacío.
Son los aires del cúmulo
El fuego que mirabas…
Sólo el peso del tiempo crea un latido sordo en mi cerebro.

LA TRAVERSËE DIFFICILE

Las maneras de ver el descalabro
por la mirada oblicua,
distendida.
…Se respira la inercia del maniquí aterrado.

…Casi en la superficie

la mano fue tonsada cuando apretaba el fruto.

Desde Isidore toda mesa anuncia disección.

Se respira la inercia del maniquí aterrado.
Es la venta.
Es la muerte sagrada de los ciclos.

Los andamios que portan la mirada
sin proyección van al punto de apoyo.
El juego torvo de las poces, la escalera,
el descalabro encima

El espíritu flota balaustrado

ELOSIAS

Sobre el cruce fugaz de dos siluetas
la calma del que morirá primero.
Abismos en la cáscara del fruto.
Un movimiento tácito en la sombra.
Valor como un castigo,
obligación convertida en deseo.
No le tomo al vacío.
Son los aires del cúmulo
El fuego que mirabas…
Sólo el peso del tiempo crea un latido sordo en mi cerebro.