Poetas

Poesía de Colombia

Poemas de Manuel Tiberio Bermúdez

Manuel Tiberio Bermúdez, nacido en Caicedonia, Valle del Cauca, Colombia, en 1949, es una polifacética figura en el panorama literario y cultural de su país. Más allá de su diversidad de roles como periodista, fotógrafo, locutor y escritor, Bermúdez se destaca especialmente como un poeta cuya obra se ha erigido en torno al tema de la paz, trascendiendo fronteras geográficas y lingüísticas.

A lo largo de su carrera, Bermúdez ha dejado una huella profunda tanto en la palabra escrita como en la palabra hablada. Sus lecturas de poesía han resonado en los municipios vallecaucanos, así como en eventos internacionales de gran prestigio, como la Feria del Libro en Cuba y la Semana de la Cultura en Nueva York. Su compromiso con la difusión cultural también se refleja en su papel como jefe de prensa en encuentros de escritores por la paz y en su dirección de comunicaciones para Arte sin Fronteras por la Paz.

Como columnista, Bermúdez ha dejado su marca en diversos periódicos y revistas tanto nacionales como internacionales, aportando una mirada aguda y comprometida sobre temas de actualidad y cultura. Además, su labor como corresponsal televisivo y su incursión en el mundo de la radio lo han llevado a transmitir sus palabras y pensamientos a través de distintos medios y plataformas.

En el ámbito literario, Bermúdez ha dejado una marca indeleble con sus obras, entre las cuales destacan «Gracias a Dios soy Montañero«, un libro de crónicas, y «New York no es el cielo«, una colección de poemas acompañados de ilustraciones de pintores de diversos países. Su poesía, impregnada de sensibilidad y compromiso social, revela un profundo vínculo con la naturaleza y una búsqueda constante de la armonía y la reconciliación.

Como fotógrafo, Bermúdez ha capturado la belleza del mundo que lo rodea, especialmente en el ámbito de la fotografía documental y de naturaleza, donde su pasión por las aves ha encontrado expresión en exposiciones tanto nacionales como internacionales. A través de su lente, revela una visión única del mundo, donde la belleza y la complejidad se entrelazan en un diálogo eterno entre la luz y la sombra.

En resumen, Manuel Tiberio Bermúdez emerge como una figura multifacética y comprometida en el panorama cultural de Colombia y más allá. Su poesía, sus crónicas, su fotografía y su labor como comunicador convergen en un mensaje de paz, armonía y reconciliación que trasciende las barreras del tiempo y el espacio, dejando una huella perdurable en el corazón de quienes tienen el privilegio de conocer su obra.

Vivir

Vivir,
Vivir intensamente
Emborracharse, fumar
Confundir la luna con el sol
En una sola celebración

Soltar las palabras
Que escapen al viento
Llamar los recuerdos a la mesa
Exorcizar la noche
Con las copas de vino

Vivir
Espantar la soledad
Con cada carcajada
Dejar un beso allí
En una boca
Que olvidará mi nombre

Vivir…
Y marcar la ruta del adiós
Con pasos
Con manchones de tinta
Dejar huellas y abrazos
Antes de que aparezca
El punto
Que señala el olvido.

Te recuerdo en un tango

En este tango
que hoy escucho
veo a ese otro yo
que borró el tiempo.

Es otra esquina
la de la cantina
de donde salen las notas
que me dicen
que el tiempo que oigo
es tiempo ya vivido
y que de ese tango
que yo escucho
solamente me llegan
los recuerdos
y ella está en sus notas

Palabra libre

Que la palabra vuele
Que sea libre
Que nombre
Que diga
Que señale

Que la palabra huya
Para evitarle el encierro
En la cárcel del papel

Que la palabra enamore
Que maldiga
Que ensalce o envilezca

Que las palabras
Fustiguen o acaricien
Sin la condena de la imprenta

Que la palabra sea fiesta
Sea explosión
Y luego,
Que sea olvido

Nunca me he ido de ti

Nunca me he ido de ti
—ciudad amada—
ni de tus calles
en las que muchas veces
la muerte se vistió de fiesta,
ni de los bares torvos
en los que los tangos
perfilan el dolor
por la amada en ausencia,
ni de tus paisajes
esmeralda gigante
que apunta hacia los cielos.

Nunca me he ido de ti
ciudad de mis recuerdos
ni de tus mujeres
de miradas como rejas
de las que hui cobardemente.

Nunca me he ido de ti
ciudad de mis nostalgias
ni de aquellos amigos
que apuraron su paso
hacia la ausencia.

Nunca me he ido de ti
ciudad de mis ancestros
porque viajas conmigo
todo el tiempo
y eres presencia cotidiana
en mis recuerdos.

El rumbo del poema

Yo te construyo poesía
Lentamente
Como acariciando
Cada palabra
Que llega desde adentro
Desde la carne
O desde el alma
Desde la alegría
O desde el grito desgarrado

Yo te hago poesía
Con trozos de recuerdos
Con mensajes encontrados
En el aire
Con miradas cruzadas con la mía
Con pedazos de vida
Con ausencias y olvidos
Con abrazos y besos
O cuerpos poseídos

Yo te invento poesía
Con palabras que llegan
Por su cuenta
Gritando, exhibiéndose
Contando o cantando
Celebrando o riendo
Y yo con mi pluma
Les trazo el rumbo del poema