Poesía de Perú

Poemas de Adrián Arias

Adrián Arias (1961, Perú), poeta y artista visual, fusiona la melancolía de sus raíces con la vanguardia de San Francisco, donde reside desde 2001. Su obra, como un río que serpentea entre dos mundos, refleja la dualidad de su existencia.

En 1982, Arias emergió victorioso en el concurso de poesía Julio Cortázar de Buenos Aires con «Hábitos» (1984), una danza lírica que cautiva con su profundidad y frescura. En 1997, su poesía se consagró con «Castigo divino«, laureado en el concurso bienal COPE y editado en el nuevo milenio por Jaime Campodonico editores.

La creación no conoce límites para Arias, y en 1999 y 2000, su musa le susurró «26-10-2,028«, otra joya laureada en el concurso bienal COPE. La magia lírica de Adrián alcanzó su cúspide con «Sueños y paranoias» (1999), galardonado con el primer premio de la bienal de poesía APJ, un festín poético editado por Peisa en Lima.

El exquisito lenguaje de Arias, como una sinfonía de versos, captura la esencia de la experiencia humana, desde lo divino hasta lo cotidiano. Su viaje poético, como el vuelo de un cóndor sobre dos continentes, sigue elevando la voz de la literatura peruana en tierras lejanas.

1

Para ser un ángel
hay que aprender a volar
y para aprender a volar
hay que golpearse la espalda
sacarse callos en las manos
y ampollas en los pies
es duro el trabajo de elevarse por los aires
y como naciste mortal
nunca te crecerán alas
pero aprenderás a cerrar los ojos
y abrir los brazos sin miedo
para compartir el espacio con las nubes.

2

Es difícil ser un ángel
cada paso ya no se da con los pies
primero debes olvidar lo aprendido
en tus primeros años de vida
caminar no tiene sentido
ahora las piernas te servirán para hacer canciones
en el aire
ya no usaras las manos para agarrar cosas
y llevártelas a la boca
ahora son para hablar con el viento
y si aprendiste a tocar con los dedos
olvídalo
las verdaderas caricias se dan con los ojos
Es difícil ser un ángel
pero se aprende.

3

Un ángel nunca se cansa
porque el contacto con el cielo
le hace olvidar el dolor
y transforma la agitación en alivio.
Para ser un ángel
debes desenredar todos tus músculos
y dejar que el viento los peine a su manera
así aprenderás a escuchar
la música que tienes escondida en la piel.

LA CANCIÓN DE LENNON

John lennon
me prestó sus anteojos
para que viera redondo
el mundo

EL RATÓN DEL PORNO

cuando se me cayó la inocencia
la guardé bajo la almohada
el ratón del porno
nunca me trajo a bo dereck
como deseaba

LA INSÓLITA HISTORIA DEL BONSÁI GIGANTE

de pronto
un arbolito bonsái creció rompiendo el techo
y en sus ramas
quedaron anclados los satélites de la n.a.s.a