Poetas

Poesía de Colombia

Poemas de Aníbal Tobón

Aníbal Tobón Bermúdez, un polifacético artista colombiano nacido el 10 de septiembre de 1947 en Bogotá, dejó un legado imborrable en la literatura y las artes. Hijo de Aníbal Tobón y Auriestela Bermúdez, su vida estuvo marcada por la pasión por la creación desde su temprana infancia en Barranquilla.

Atraído por el movimiento Nadaísmo en los setenta, Tobón exploró la poesía y el teatro, aunque se distanció cuando el movimiento tomó una dirección política. Su travesía lo llevó a París y Suecia, donde expandió sus horizontes artísticos, para luego regresar a su amada Barranquilla en 1999.

Su obra multifacética abarca la poesía, el teatro, la actuación y las artes visuales. Fue un escritor prolífico cuyas creaciones, aunque a menudo quedaron en cuadernos, reflejan una profundidad emocional y una sensibilidad única. Entre sus trabajos más destacados se encuentran «Pandemonium«, «Testimonios de naufragios» y «Ocios del oficio«, este último, una ventana a su alma poética.

Parte fundamental de su legado es su participación en El Sindicato, grupo artístico que desafiaba las normas estéticas y sociales con obras como «Alacena con zapatos«, ganadora del XXVII Salón Nacional de Artistas en 1978. Esta pieza transgresora fue una crítica social que dejó una marca indeleble en el arte colombiano del siglo XX.

Tobón, además, incursionó en la narrativa con novelas como «Noticias de la muerte» y cuentos como «El pozo mágico«. Su amor por Barranquilla lo llevó a proyectos como «Los monumentos hablan en Barranquilla«, dejando una huella cultural en su ciudad natal.

Aunque su vida se apagó el 17 de agosto de 2016, Aníbal Tobón Bermúdez sigue vivo a través de su obra, un testimonio eterno de su pasión por la creación y su compromiso con el arte como herramienta de transformación social y personal.

poema total

con los buenos
mejor
con los malos
peor
de los poetas
hermano
de los locos
total

Mi última aventura

Pensar
que en otros tiempos
me desvivía por la vida,
huía de la muerte como de la peste,
ahorraba el tiempo como al agua,
y el futuro era un relámpago amigable
que renacía cada día.

Soñaba
que a la vida me debía
como el semen a los testículos,
como el óvulo a la matriz,
sintiendo que la esperanza y yo
éramos inmortales, vívidos,
infinitos y sin fallecimientos.
Hoy
verso inverso mi sentir,
ha cambiado el horizonte
(miro directo al mar y al cielo),
mutado el sentimiento positivo,
se ha trocado la ilusión eterna
abriendo puertas a la muerte
y dejándome enfrentado a mí mismo.

Ahora
digo bienvenida a la expiración
porque ya no aspiro a casi nada,
deseo más bien pasar al otro lado,
cruzar la frontera de la vida,

Llueve

Y la vida se derrama por los aires
mientras crecen acelerados los cogollos
como explosiones de húmeda clorofila
que la tierra envía por los aires

llueve más
y el campo se llena de frutas jugosas
de yucas harinosas y trupillos espinosos
de cocos de agua y maracuyás ansiosos
requetellueve
y el horizonte se borra con la lluvia
crecen entonces los arroyos.

En Salgar

Vi un enorme perro negro
atravesando la cara oculta de la muerte

me atropelló la sombra
de un automóvil aún no inventado

fui golpeado por la memoria
de un recuerdo color gris

nada fue entonces como el futuro
porque había descubierto el otro lado de la vida.

desentrañar el misterio de fallecer
y comenzar a escribir un libro en negro.

Morir
morir cuando sea pero no como sea:
morir de amor y de la risa
morir cantando de placer
morir incluso enfermo y sin fuerzas
ausente del dolor si es posible
morir loco, cuerdo, drogado o ebrio
entumido el espíritu del silencio
girando en un tiovivo de truenos
morir triste o enervado o jocoso
morir morir morir
irse por siempre de una vez
morir cayendo o ascendiendo
en medio de una fiesta de botellas rotas
pelar pedal castizamente
tirar la toalla existencial
morir bajo sol o lluvia o luna o nube
desdeñoso frente a la última aventura
mirar hacia adentro tranquilamente
y ver cómo se escapa la vida
se detiene la sangre y el jadeo
y la mirada queda congelada
muda de emociones y parpadeos
y comenzar a escribir un libro en negro
sobre mi última aventura
en el mar embravecido.

con signo

vote por nadie
que es nuestro mejor representante

nadie nos sacará de la pobreza
mental
nadie acabará con la inseguridad
espiritual
nadie es nuestro candidato
moral

en mi casa
hay dos lugares muy especiales
uno donde nacen
y otro donde mueren
los dioses

a veces
los cambio de lugar

algunos días
resucito alguno

otras veces
no sé qué hago

muchas veces
no pasa nada

zen zato uno

nadie pierde
aquello que no ha poseído
pero uno puede encontrar
algo que jamás había perdido

desviar un río
puede cambiar el curso de la historia
pero cambiar la historia
no debe desviar el cauce de los ríos

hablar a un ciego
no cambia las penas de los mudos
y el llanto de los mudos
no modifica el habla de los ciegos

describir un banquete
no aplaca el hambre de los niños
ni describir el hambre de los niños
aplazará un banquete