Poetas

Poesía de Colombia

Poemas de Mario Jursich

Mario Jursich Durán, nacido el 4 de junio de 1964 en Valledupar, es una destacada figura en el panorama literario y cultural de Colombia. Su multifacética carrera abarca el periodismo, la poesía, la escritura y la traducción, demostrando un talento versátil y una profunda comprensión de las letras.

Jursich es reconocido como uno de los cofundadores y director de la influyente revista cultural «El Malpensante» en Bogotá, plataforma que ha sido un faro de la intelectualidad en Colombia. Su labor en este medio ha contribuido significativamente al enriquecimiento del diálogo cultural en el país.

Como traductor, ha desempeñado un papel fundamental al llevar al público hispanohablante obras de autores de renombre como Alessandro Baricco, Rubem Fonseca y Gesualdo Bufalino. Su habilidad para capturar la esencia y la sutileza de estos escritores en traducciones precisas ha sido ampliamente elogiada.

En el ámbito literario, Jursich se presentó al mundo con su libro «Glimpses» en 1990, dejando una marca indeleble en la escena poética. A lo largo de su carrera, ha ampliado su repertorio con ensayos y crónicas que exploran aspectos poco conocidos de la vida sociocultural de Colombia.

Además de sus logros literarios, Mario Jursich también ha compartido su sabiduría como profesor de periodismo en instituciones de renombre como la Pontificia Universidad Javeriana y la Universidad de los Andes. Su compromiso con la educación y la difusión de la cultura es un testimonio de su dedicación al enriquecimiento intelectual de las nuevas generaciones.

Está unido en matrimonio con la destacada editora colombiana Pilar Reyes, consolidando así una unión que sin duda ha contribuido al fortalecimiento del mundo literario en Colombia.

Con obras como «Finisterre-imitaciones» y «La Virgen María, Fe y aventura en Colombia», Mario Jursich ha demostrado ser un autor de una profundidad y sensibilidad excepcionales. Su capacidad para explorar la complejidad cultural de Colombia a través de sus crónicas y ensayos es testimonio de su maestría en el arte de la escritura. Su legado perdura como un faro de inspiración para las generaciones venideras de escritores y amantes de la literatura en Colombia y más allá.

Bien visto

Bien visto,
un árbol no es opulento:
unas cuantas ramas
por el azul ardiente,
unos cuantos frutos,
hojas, flores y raíz.
Pero contemplado
más allá de la apariencia,
de la mole verdinegra y exacta
se revela como un mundo:
le mana el silencio,
esa luz que irradia en el hombre,
la sombra,
esa hoz que alumbra en la muerte,
y el canto,
contrapunto de hojas y de viento.
Mas no se agota en esto.
Al margen
de la contemplación simple
que tú y yo podemos brindarle,
más allá de ser
paisaje o arabesco,
signo de horca o fotografía,
el árbol detenta
otros privilegios:
el nombre,
cuya basta riqueza
es tener también reflejo en la vida,
el pájaro -imagen viva
de los pensamientos-
y el hacha,
fuerza superior a todo destino.

GLIMPSES

Es simple:

coger la fruta,

doblar el codo,
apretar sin fuerzas,
hincar los dientes

y lenta, sabrosa
mente,
quedar/con la lengua

oscura, estremecida, empapada

por el sabor de la muerte.

APUNTE

Llegaron los hombres: uno, viejo,
la barba toda casi cana
y, sin embargo, negra
en algunos puntos; otro, joven
oo agraz como el sol o la uva
-edades hay que acabarán
por confundirse con la vida-
y otro más, niño,
llegaron al parque
a recoger hojas
esta mañana.

LENTAMENTE

El pájaro posa
la pata izquierda
y luego la pata
derecha en la rama.
Una hoja cae,
cruza volando.
Y un estallido, fugaz
como la vida misma,
teje la luz clara
entre la rama
vibrante
por el salto del ave
y la mancha ciega
de su grito mortal.