Cuentos Cubanos

La columna rota

Elaine Vilar Madruga

Aquella mañana, desperté convencida de que era igual a Frida Kahlo. Tenía sus mismos ojos bajo las pestañas indígenas. El mismo pelo, como un manto de la noche...

El insaciable hombre araña

Pedro Juan Gutiérrez

"La noche fresca, todas las estrellas en el cielo, la luna. Es un momento perfecto y no tengo sueño. Hace un par de horas que observo esta escena. Quiero mantenerla en la memoria: la cinta negra de la carretera estrecha, el mar azul-negro-gris-acero, el camino plateado y brillante de la luna, y los bultos amarillo ocre de los equipos oxidados..."

El Ángel que vi en la tierra

Aida Elizabeth Montanarro Torres

Cuento perteneciente al volumen Del telescopio a la bicicleta, publicado por Editorial Letramía, 2023

Apartamento H

Lázaro Alfonso Díaz Cala

Cuento perteneciente al volumen Del telescopio a la bicicleta, publicado por Editorial Letramía, 2023

Como tuvieron que morir las rosas

Michel Encinosa Fú

Baphomet apunta con premeditada lentitud y le dispara a Mastín en un pié. El aullido aturde los oídos de la Loba...

Errare

Alexander Machado Tineo

—¿Sabía la gacela del peligro? —Sabía. Sabía también de la sutileza del acecho, de la atención obligada y minuciosa a cualquier ruido extraño en la espesura, al cambio más imperceptible de los olores, al desplazarse sigiloso de las sombras.

Nueve noches con Amada Luna

Leonardo Padura

"Nueve noches con Amada Luna" se destaca como una colección de tres cautivadores cuentos tejidos por la pluma del renombrado escritor cubano Leonardo Padura. Este compendio, profundamente arraigado en el alma y la idiosincrasia cubana, trasciende los límites geográficos para explorar emociones y realidades humanas universales. El primer relato, "Nueve noches con Amada Luna", nos introduce en el vibrante escenario de La Habana, donde un joven estudiante se ve cautivado por los encantos de Amada Luna, una cantante de boleros. A lo largo de nueve noches llenas de magia, este encuentro efímero se convierte en un inolvidable remanso de amor y pasión. El estudiante, impulsado por la seducción de la voz, la belleza y la personalidad de Amada Luna, experimenta un profundo vínculo emocional. Sin embargo, la naturaleza fugaz de este romance inunda el relato de una nostalgia palpable, delineando las complejidades de los sentimientos y las inevitables despedidas. El segundo cuento, "Nada", despliega un duelo verbal entre dos ancianos que se cruzan en un banco del parque. A través…

La muerte de Lucas

Lázaro Alfonso Díaz Cala

Oficial, no crea todo lo que dicen por ahí, la gente siempre habla hasta lo que no sabe. Lucas era un negrito bueno. Dicen que ninguno lo es, pero él sí, yo se lo garantizo.

Eonex

Yonlay Cabrera Quiendemil

En sus ojos una amarga tristeza revelaba el cansancio de todas sus vidas. Quizás solo una le habría bastado (de sus hasta ahora siete), para reconocer que la esencia de vivir, dentro de su infinita diversidad, es un ciclo que se repite constantemente.

Marilyn’s last dance

Rafael Grillo

La muerte de Marilyn Monroe se traslada a La Habana y a 62 años después en este cuento incluido en la antología M.M, publicada por Vencejo Ediciones…

Last

Dennis Mourdoch

¿Por qué siempre olvidamos cómo morimos, o más bien, cómo murieron los que nos precedieron? Y nos dejan esta sensación

Mister Not Guilty

Rodolfo Pérez Valero

El guardia pelirrojo esperó a que la doctora que certificaría la defunción llegara hasta la camilla con las correas. Luego cerró la puerta del cubículo y extrajo las llaves de su bolsillo. Ante él, el reo pareció desvanecerse y el guardia calvo a sus espaldas tuvo que sostenerlo.

Los cuerdos

Reinaldo Cedeño Pineda

Suben, bajan, sin el menor rubor. Nalgas que gritan, que apenas caben en el inmundo short. Nalgas del pueblo. Comienzan los cuerdos a gritar como locos, mientras el otro, el frotador, arrinconado contra un árbol —pobre árbol―, hace lo que puede.

Harold y su máquina

Daniel Díaz Mantilla

En noches como esta, cuando la frustración desembocaba en el insomnio, Harold trabajaba en su artefacto. Durante años que ya le parecían insufribles pulió en su mente cada pieza, diseñó cada pequeño mecanismo, calculó los riesgos y los gastos de su proyecto y lo fue llevando a término, sin prisa, sin descanso, anticipando la hora en que echaría por fin a andar su máquina del tiempo.

Los puercos no vuelan

Nguyen Peña Puig

Finalmente solo puedes ir y sentarte atontado, totalmente noqueado, y esperar; como si estuvieses en una parada de autobús aguardando la muerte.
Cordero. Foto por Nick Cozier en Unsplash

El cordero aúlla

Javier Rabeiro Fragela

Lo único seguro es que nunca había matado a nadie, pero las pulsaciones, las imágenes, el cosquilleo y la ansiedad lo perseguían. Era una sensación burbujeante, que le obligaba a cerrar los ojos y abrirlos de nuevo en el momento que su padre salió al patio para matar a una gallina.

Operación Intelectual

Denys San Jorge Rodríguez

Negrón, es nuestro hombre. Se acerca a la casa y recuerda a Yusnavy cuando la dejó hace pocos minutos atrás. En la esquina, recostada al muro fumándose un cigarro y cómo desaparecía este suavemente de sus dedos divinos, esperando con el vestido tan cursi y brilloso de esos que vienen de Ecuador, de venta al por mayor, apretado y algo corto.

Mi amigo el inventor

Roger Durañona Vargas

El primer invento de Gualterio fue la ballesta que nunca fallaba. Lo inventó una vez que cazábamos gorriones con tirapiedras...

Graffitis en la ciudad

Luis Alfredo Vaillant Rebollar

Esta ciudad puede estar llena de asesinos. Cualquiera puede ser la víctima esperando en un rincón oscuro. Ella dijo tenemos que matarlo, y dijo tenemos, como si uno dependiera del otro, como si yo estuviera dentro de su cabeza, como si mi cuerpo, mi olor y mi pene formaran parte de su psiquis, haciéndome cómplice.

Un hurkle en la basura

Claudio del Castillo

Fred lo pinchó con un palo, sin embargo, no se movió. Tenía los cafmores mustios; los kums, rígidos como sus seis patas; y la tonalidad de su piel, normalmente de un bello azul intenso, era la que tendría un cielo encapotado.