La poesía al servicio de la paz en Medellín

El pasado 11 de julio se inició en Colombia, la vigésimo quinta edición del Festival de Poesía de Medellín, con casi un centenar de poetas de 40 países, y con el objetivo fundamental de contribuir a plasmar una nueva cultura abierta a cambios sociales.

En ese contexto, el objetivo este año es quizá más trascendente, pues la negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla se encuentran en un punto muerto tras más de dos años y medio de diálogos en la capital de Cuba.

Justamente sobre el tema de la paz se pronunció el escritor griego Dinos Siotis, durante una rueda de prensa celebrada en el marco de las actividades del festival, en la cual   recordó que en su país se hacía poesía hace más de 2.000 años y aseguró que «Los verdaderos poetas dicen la verdad y la verdad es que no podemos aceptar la guerra en el mundo. A través de ello (la literatura) contribuimos a la paz».

Mientras, la tailandesa Pornpen Hantrakool, declaró que en su país se ha asesinado a poetas por mostrar su rechazo al gobierno militar que rige allí y dijo que las negociaciones de paz «son una de las necesidades humanas».

En su opinión, la poesía puede ser de gran ayuda si los negociadores «escuchan las voces de los poetas» y toman nota de sus sugerencias.

El más contundente acerca del papel de la poesía fue el sirio Nouri Al Jarrah, quien durante su intervención aludió a la situación de su país, inmerso en una guerra civil desde hace más de cuatro años, que ha dejado cuatro millones de refugiados.

«En Siria las personas aman la poesía, incluso los niños tienen un cuaderno donde escriben algunas líneas, pues tiene mucho atractivo no solo para las personas jóvenes sino también para el dictador que nos mata y tortura y que ama la poesía», detalló.

Otro de los participantes en el festival es el costarricense Norberto Salinas, quien ya había señalado que cree » firmemente que la poesía puede cambiar un país» y durante su intervención de hoy, aseguró que la gente en Colombia, durante este largo período de conflicto armado ha sufrido «verdadero dolor».

Para Salinas, quien ha trabajado con presos en las cárceles de su país, «la paz significa negociar con situaciones de más igualdad».

Como parte de esta edición del festival, que tendrá su cierre el próximo 18 de julio, se desarrollará, también, la segunda Cumbre Mundial de la Poesía por la Paz y la Reconciliación de Colombia, una cuestión vital para el certamen y sus objetivos fundacionales.